Qué es y para qué sirve el Oura Ring
Controlar todos los parámetros fisiológicos del ciclista se ha convertido en un aspecto esencial entre los profesionales para ajustar al mínimo detalle las intensidades de los entrenamientos y poder cuantificar si el cuerpo está asimilando correctamente las cargas, además de poder anticipar situaciones de enfermedad que puedan afectar al rendimiento.
Monitorizando al ciclista las 24 horas del día
Primero fueron las pulseras de actividad, dispositivos que se han convertido en populares entre el gran público, incluso entre personas no deportistas. Después, surgieron modelos más precisos y avanzados que pronto, los entrenadores comenzaron a incorporar para contar plena información del estado físico de sus deportistas, como las pulseras Whoops que podemos ver en las muñecas de muchos ciclistas.
El siguiente paso en la evolución de estos dispositivos es la reducción de sus tamaños, camino que ha tomado Oura Ring que ofrece todas estas características en el tamaño de un discreto anillo que ya empiezan a utilizar algunos ciclistas como Michael Woods o Iván García-Cortina.
RECOMENDADO
En esencia, el Oura Ring no deja de ser un monitor de actividad aunque condensado en el tamaño de un anillo con un diseño que puede pasar desapercibido como un anillo convencional, incluso, la marca ha aprovechado para establecer una colaboración con la firma de moda Gucci para crear un modelo de exquisito diseño, como también exclusivo es su precio de 950 € frente a los 314 € que cuesta la versión convencional de la 3ª generación de este anillo de actividad.
Sin embargo, su reducido tamaño no le impide acumular un buen montón de tecnología. De entrada, cuenta con un ligerísimo peso, entre 4 y 6 gramos gracias a su estructura de titanio, dependiendo principalmente de la talla elegida entre las 8 disponibles. Por supuesto, es resistente al agua. En su interior, aloja varios leds para la medición de la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno; giroscopio y acelerómetro para controlar constantemente los movimientos que se realizan; sensor de temperaturaa para una medición continua de la temperatura corporal y, por supuesto, transmisor Bluetooth LE con el que se conecta a la aplicación móvil de Oura en la que se recogen los datos proporcionados por el anillo y se muestran de forma amigable.
Al igual que otros dispositivos del mercado, el Oura Ring funciona mediante suscripción para poder hacer uso de su aplicación, en este caso, 5,99 € al mes. A cambio, nos proporciona un análisis detallado de nuestros patrones de sueño, recomendaciones de salud personalizadas, control en tiempo real de la frecuencia cardíaca o lecturas de temperatura que son usadas por la aplicación para precedir situaciones de enfermedad o, en el caso de las mujeres, anticipar los diferentes momentos del ciclo menstrual.
Es destacable la gran precisión que ha logrado el Oura Ring en sus sensores, en el caso de la lectura óptica de frecuencia cardíaca, prácticamente equiparable a las tradicionales cintas pectorales, hasta hace poco, la única forma de medir de forma precisa este parámetro.
La batería del Oura Ring tiene una duración de entre 5 y 7 días, tardando la carga completa 80 minutos. Además, cuenta con una amplia capacidad de memoria siendo capaz de almacenar información sin sincronizar durante 6 semanas.
Información al poder
En todo caso, el Oura Ring no deja de ser una fuente de datos, información que, pese a que la aplicación nos la presenta de forma muy intuitiva, en el caso de los ciclistas profesionales son sus entrenadores quienes más partido del pueden sacar, comprobando el impacto que las sesiones de entrenamiento tienen en datos como la frecuencia cardíaca o el patrón de sueño.
Esto les permite ajustar de forma mucho más precisa las cargas de entrenamiento y, sobre todo, comprobar si estas se están asimilando correctamente o no. Incluso, puede servir para anticipar un periodo de enfermedad y ajustar los entrenamientos en consecuencia para no debilitar al organismo y dejarlo a merced de la misma, lo que supondría una afección más intensa que con nuestras defensas a pleno rendimiento.
También resulta útil para cuantificar la actividad real y afinar el gasto calórico del ciclista, de forma que se puede ajustar a la caloría la nutrición, aportando exactamente lo que se necesita para garantizar un correcto rendimiento. Aparte, ayuda al profesional a ser más conscientes de lo que hacen al cabo del día fuera de la bici, ayudando a realizar esa parte tan importante del entrenamiento invisible de un profesional como es descansar lo máximo posible.