Vacaciones en el Tour de Francia: qué etapas pasan cerca de España
Ir a ver el Tour de Francia a pie de cuneta es una de las experiencias que todo aficionado al ciclismo debería vivir alguna vez en la vida. El ambiente, que se crea en torno a la Grande Boucle, con fans de la bici venidos de todo el mundo no se alcanza en ninguna otra carrera del mundo, un auténtico espectáculo que, como cada año, podemos disfrutar a tiro de piedra de España durante las etapas Pirenaicas.
Reserva el 13 y el 14 de julio para ir a ver el Tour de Francia a los Pirineos
Tras la sobredosis de Tour de Francia que pudieron disfrutar los aficionados en la Grand Depart del País Vasco el año pasado en esta edición 2024 el paso por los Pirineos, lugar hasta el que suelen acercarse los españoles para animar a los ciclistas participantes en la ronda gala, resulta mucho más fugaz, con apenas 2 etapas que se disputan como colofón de la segunda semana de carrera, por suerte, el sábado 13 y el domingo 14 de julio.
Esta última es además una fecha que siempre suele ser especial en la carrera por ser la fiesta nacional francesa, por lo que la presencia de gente en las cunetas es aún más masiva de lo que ya es a lo largo de cada uno de los 21 días del Tour de Francia.
RECOMENDADO
La primera de las jornadas, la etapa 14 de la carrera, es la más accesible para la mayoría al concentrarse en los denominados Hautes Pyrénées, la región central de la cordillera en la que se concentran los puertos más clásicos de la carrera. La etapa transcurre entre Pau y la estación de esquí de Saint-Lary Soulan/Pla d’Adet, otrora un final clásico de la carrera y que en las últimas llegadas de la prueba por esos lares había sido desbancado en favor del vecino Col du Portet.
Una etapa con una segunda mitad tremendamente espectacular con los enlazados de Tourmalet, Hourquette d’Ancizan y el final en la mencionada estación de esquí. Del primero poco se puede decir que no se haya dicho ya. Lo único que el ascenso se realiza por su cara de Luz Saint Sauveur, más constante que la más clásica vertiente este y que, salvo una zona de rampas más duras a la salida de la población de Bareges y el duro rampón final, se mantiene constantemente en torno al 9%.
Tras una rapidísima bajada hasta Sainte Marie de Campan se inicia el ascenso a la Hourquette d’Ancizan, en este primer tramo tendido, común al mítico Aspin. Es al llegar al lago de Payole donde ambos puertos se separan, arrancando, tras un pequeño tramo llano, la verdadera ascensión a este puerto. Una carretera estilo pista forestal asfaltada que primero a atravesando un bosque de cuento con una pendiente cercana al 9% en lo que es la parte más exigente de la subida. A la salida del mismo una preciosa zona de prados de alta montaña donde la pendiente se suaviza momentaneamente antes de cambiar de ladera y afrontar otro duro kilómetro que corona superando un falso collado. Esto significa disfrutar de un pequeño descenso antes de los tres últimos kilómetros finales mucho más cómodos.
También hay que tener cuidado con la bajada de este puerto, no porque tenga demasiadas curvas sino porque es un descenso rapidísimo con una carretera estrecha y botosa que desemboca en el valle a pocos kilómetros de Saint Lary. Por esto, apenas tendrán respiro los ciclistas para recuperar antes de afrontar la subida al Pla d’Adet, ascenso con un inicio auténticamente descomunal con los 3 primeros kilómetros en los que el clinómetro no baja del 10%. Cierto es que la subida va perdiendo dureza según se aproxima al final, incluso con un pequeño descansito al paso por Soulan. Una característica que, por otra parte, favorece los ataques lejanos en una etapa con uno de los encadenados más míticos que se pueden ver en el ciclismo.
Esta jornada es quizás la de mejor acceso para la mayoría, de hecho, tanto la zona del Tourmalet como la de Saint Lary son destino habitual de los amantes del esquí del País Vasco, que cuentan con fácil acceso atravesando la frontera en Hendaya y tomando la Autopista A64 que recorre toda la cara norte de los Pirineos. Otra opción para llegar al final de etapa, especialmente adecuada para quienes lleguen desde Aragón, es atravesar la cordillera a través del Túnel de Bielsa a cuyo descenso llegamos directamente a Saint Lary.
Fiesta nacional
Al día siguiente, el 14 de julio, aniversario de la toma de la Bastilla que iniciaba la Revolución Francesa en el año 1789, la etapa del Tour de Francia Loudenvielle, preciosa localidad a pie del Peyresourde y llevará la carrera hasta la región de Ariège con otro final no menos mítico como es el durísimo Plateau de Beille.
Una etapa que cuenta con un perfil quizás más descafeinado de lo que sería deseable para una jornada tan especial y para la escasa presencia de los Pirineos en la carrera. Cuenta, eso sí, con un arranque brutal en el que se asciende el Peyresourde a balón parado. Desde ahí se opta por el llano para llevar la carrera hasta el Col de Menté (en otras ocasiones, tras el descenso del Peyresourde se ha incluido el pequeño pero matón Portillón). Tras el Col de Menté se enlaza con el Portet d’Aspet, otra subida cortita y dura que trae el infausto recuerdo del fallecimiento de Fabio Casartelli, quizás la caída que desencadenó que el casco acabara convirtiéndose en obligatorio.
Entra ahí la carrera en un tramo de transición hasta llegar a la regiónn de Ariège donde únicamente se afronta el Col d’Agnes eso sí, todo un puerto de 1ª categoría que se enlaza con el no puntuable (desde ese lado es poco más que un repecho largo) Port de Lers tras el cual se desciende hasta otra localidad clásica en salidas del Tour como es Tarascon sur Ariège desde donde, tras unos kilómetros de aproximación se llega a Les Cabanes, inicio del mítico Plateau de Beille, un puerto que por sí solo justifica la etapa con sus 16 durísimos kilómetros, especialmente en su primer tercio en los que el clinómetro no baja del 9%.
El acceso de esta etapa es muy asequible a los aficionados de Cataluña, que pueden llegar a la parte inicial de esta etapa desde el Valle de Arán y, a la parte final, atravesando Andorra.
Para terminar, os recomendamos que visitéis el artículo que preparamos con recomendaciones a la hora de ir a ver el Tour a pie de carretera y seáis muy previsores con los cierres de carreteras que se suelen anunciar tanto en la web oficial de la carrera con en las redes sociales del Tour de Francia. Con el tamaño gigante que tiene la prueba es imposible cualquier improvisación.