Qué hacer si tu bici eléctrica comienza a arder
El crecimiento del parque de bicis eléctricas ha traído consigo nuevas necesidades pero también problemas. El más serio de ellos es el aumento del número de incendios que, por la naturaleza de la reacción que se produce al entrar en combustión el litio de las baterías, son tremendamente intensos y violentos además de difíciles de apagar.
Los incendios se convierten en el gran peligro de las bicis eléctricas
No cabe duda que las bicicletas eléctricas son ya una total realidad habiéndose disparado sus ventas en los últimos tiempos y convirtiéndose en totalmente comunes en las calles de nuestras ciudades, en los caminos y, poco a poco, también en la carretera. Sin embargo una preocupación está creciendo en torno a ellas y es el peligro de incendio que pueden suponer sus grandes baterías y que incluso han llevado a ciudades como Nueva York a plantear su prohibición por el gran número de incendios relacionados con ellas que se vienen produciendo.
En cualquier caso, hay que dejar bien claro que las bicis eléctrica, tal como se venden de serie, de fabricantes reconocidos, son máquinas completamente seguras que cumplen todas las homologaciones y medidas de seguridad establecidas por las autoridades. El problema viene dado cuando se recurre a baterías y motores de dudosa procedencia, se modifica la batería para conseguir mayor autonomía o se altera el sistema para evitar el corte de asistencia a 25 km/h.
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Unas acciones que son habituales entre quienes hacen un uso intensivo de las ebikes y que exprimen el sistema por encima de las tolerancias especificadas por los fabricantes, haciendo que se puedan producir sobrecalentamientos que pueden devenir en incendios. También la carga de las baterías utilizando cargadores no homologados, buscando un proceso más rápido, o tener conectada la bici a la red eléctrica durante más tiempo del necesario se asocia a estos incendios.
El problema de los incendios en bicicletas eléctricas es que el litio de las baterías, al contacto con el oxígeno del aire produce una combustión muy violenta que resulta imposible de apagar con medios convencionales. Una combustión que también se puede producir por el sobrecalentamiento producido por una sobrecarga en la misma.
Para combatir este tipo de incendios lo mejor, sin duda, es evitar que se produzcan evitando realizar modificaciones en la bici sobre las especificaciones fijadas por el fabricante. A la hora de cargar la bici es necesario tener en cuenta varios aspectos para minimizar los riesgos, comenzando por mantener la bici vigilada durante la carga. La costumbre de hacerlo en casa, durante la noche, dejándola desatendida puede ser tremendamente peligroso ya que estos incendios se pueden propagar con tremenda rapidez.
Procuraremos que el lugar de carga esté despejado dejando la batería y la bici fuera del alcance de objetos inflamables. Mucho ojo si la cargamos en nuestro cuarto de las bicis donde los aceites lubricantes y otros fluidos que usamos en el mantenimiento de la misma son altamente inflamables. Si podemos elegir lo ideal sería extraer la batería de la bici si es posible y realizar la carga con ella metida en una caja metálica que, en caso de incendio, evitará que el fuego cuente con suficiente oxígeno para propagarse.
Si no podemos hacerlo, preferiremos un cuarto pequeño donde haya poco aire que pueda alimentar un incendio o en el peor de los casos, simplemente mantener la bici alejada de cualquier cosa inflamable. Por supuesto, nos ceñiremos a los tiempos de carga y, aunque los cargadores homologados cortan la carga cuando esta se completa, es preferible estar pendiente y desconectar de la red eléctrica el mismo una vez finalizada esta. También es conveniente a la hora de cargar la bici evitar hacerlo después de haber hecho un uso prolongado de la misma ya que tanto el motor como la batería estarán calientes. Por descontado, procuraremos no dejar la bici o la batería expuestos al sol o en lugares donde se pueda sobrecalentar.
En caso de que se produzca un incendio debemos de tener en cuenta que son fuegos muy virulentos y tremendamente difíciles de extinguir. La única forma fiable de hacerlo es utilizando un extintor Clase D u otros modelos específicos que comienzan a aparecer que, por desgracia son muy poco habituales. Los comunes de polvo o CO2 son inútiles en este tipo de fuegos. Lo que jamas debemos hacer, bajo ningún concepto es tratar de apagarlo con agua ya que lo único que haremos será aumentar la reacción química consiguiendo el efecto de avivarlo.
Cortaremos la corriente eléctrica si es posible y evacuaremos la zona a la vez que avisamos a los servicios de emergencia. También, si es posible, alejaremos del fuego cualquier elemento combustible, siempre sin correr riesgos.
En todo caso, recordar que prácticamente todos los incendios se producen por realizar modificaciones en la bici por lo que, si mantenemos las especificaciones de serie, será prácticamente imposible que se produzca un incendio, para ello es para lo que se han homologado.