Qué sucede cuando hay una caída en el Tour de Francia
Son la parte más dura y cruel del ciclismo: las caídas. Dar pedales a este nivel significa exprimirse al máximo y, por supuesto, arriesgar. Y cuando vas al límite, las caídas aumentan su probabilidad. En el Tour de Francia 2019, en apenas una semana de ronda, ya ha habido varias importantes, todas espectaculares. De momento, ninguna se ha saldado con un balance muy grave, y los ciclistas han podido continuar dando pedales. Pero la gran pregunta es: cuando ocurre un accidente en el Tour de Francia, ¿cómo se actúa?
Los accidentes en el Tour de Francia
Es doloroso aceptar la realidad a menudo, y algo parecido sucede con las caídas en ciclismo: no son agradables de ver, menos de sufrir, pero forman parte del recuerdo del espectador y nada puede arrancarlas.
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Ya forman parte de la historia del ciclismo, y también del Tour de Francia: quedan en el recuerdo de los corazones ciclistas rotos cuando vieron irse al suelo a Luís Ocaña o a Joseba Beloki durante sus participaciones en el Tour de Francia y que supusieron su retirada cuando mejor rodaban y más opciones de ganarlo tenían.
Pero la gran pregunta es: ¿cómo se actúa ante estas situaciones? ¿Qué tiene preparado la organización del Tour de Francia para poner en marcha sus herramientas que velen por la seguridad de los ciclistas? La caída de Perichón en esta edición nos ha hecho hacernos estas preguntas.
Es importante saber caer para evitar lesiones, pero cuando ocurre una caída, el espectador ve dos momentos: la caída, y la solución a esa caída. O la reincorporación del ciclista a la carrera, o su aparición en el hospital con el pronóstico. Pero ¿qué pasa durante ambos hechos?
Mientras el resto del pelotón sigue apretando para alcanzar la meta, se activa un protocolo de seguridad impresionante.
Los pasos a seguir ante un accidente en el Tour de Francia
Dependiendo de lo sucedido, se actúa con mayor o menor número de pasos. Pero hay uno imprescindible, y es el primero y que a veces también vemos en televisión: los equipos médicos del Tour de Francia y del equipo en cuestión llegan al lugar de la caída y evalúan la situación. Deben hacerlo en apenas unos minutos, ya que el tiempo en estos momentos es oro puro.
Una exploración médica profesional busca detectar lesiones que puedan suponer un riesgo para la vida del ciclista. Visual y posturalmente, los médicos pueden saber con presteza si hay lesiones visibles, pero también la consciencia del ciclista, la inteligilidad de lo que dice y el dolor zonal. De esta forma, se evalúa si puede haber impacto en la cabeza y este traumatismo puede ser uno craneoencefálico con cierta gravedad o un simple golpe.
Esta evaluación cerebral es la primera y más importante, porque el resto de lesiones suponen menos riesgo para su vida. De hecho, los ciclistas reciben formación al respecto antes del Tour de Francia, así que cuando los médicos lo evalúan ya sabe cómo facilitarles el trabajo dando respuesta a sus preguntas. Paralelamente, en estos primeros minutos, los mecánicos examinan la bicicleta para ver si puede continuar o necesitan hacer un cambio parcial o total de la bicicleta.
Una vez se ha evaluado la gravedad de la caída, se toma la siguiente decisión: el ciclista puede continuar, o debe retirarse para acudir al hospital más cercano. Si se da la primera opción, la bici debe estar lista por parte del equipo técnico; en el segundo caso, se dispone para el traslado al hospital más cercano, para lo cual el Tour de Francia dispone de varias ambulancias que circulan con los coches del equipo. Además, y esto es importante, la organización del Tour de Francia tiene aviso activo a los hospitales más cercanos durante cada etapa, por lo que estos centros sanitarios están alerta ante posibles circunstancias excepcionales, sobre todo, caídas múltiples de gravedad.
La decisión de seguir o no seguir se toma en conjunto, pero la decisión final que prima es la de los médicos: si dicen que no puede seguir, el ciclista debe obedecer estas indicaciones.
Por último, el proceso no acaba aquí. Por supuesto, si el ciclista del Tour de Francia termina en el hospital, le queda una recuperación de las lesiones. Pero aunque se levante y siga hasta terminar, existe otro protocolo, que exige una evaluación durante la siguiente semana para ver la evolución del ciclista, ante posibles consecuencias no detectadas en la primera exploración.
La seguridad es lo primero, y sin duda el Tour de Francia ha ido progresivamente dándole más y más importancia con los años.