Por qué Campagnolo se ha quedado fuera del World Tour y qué significa esto
La mítica marca italiana Campagnolo, otrora símbolo de excelencia en lo que a grupos y componentes de bicis de carretera, no estará presente en el World Tour en la temporada 2024. Una decadencia en lo deportivo que no hace sino reflejar su cada vez menor presencia en los montajes de serie, habiéndose convertido en un producto sólo para esos ciclistas románticos que desean mantener en su bici ese sabor clásico de la marca que empezó todo.
Se confirma la decadencia de Campagnolo con su ausencia del World Tour en 2024
Qué lejos queda aquella tarde de 1927 en el passo Croce d’Aune cuando, bajo una tremenda tormenta, con las manos ateridas, un joven Tullio Campagnolo se veía incapaz de desmontar una de sus ruedas tras sufrir un pinchazo e ideaba el cierre rápido para evitar que le volviera a ocurrir. Primer producto salido de la cabeza del italiano y que sería el germen de la empresa que crearía y evolucionaría los mejores grupos disponibles para bicis de carretera durante décadas, unión de elegancia, funcionamiento excelso y máxima calidad de construcción.
Sin embargo, la evolución de los tiempos y unas políticas de empresa más comerciales hicieron que primero Shimano y, en los últimos tiempos, también SRAM, hayan ido haciéndose con el gran trozo de pastel que poseía Campagnolo hasta convertir su presencia en las bicis actuales en algo prácticamente testimonial.
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En la actualidad, prácticamente se pueden contar con los dedos de la mano los montajes de serie que podemos encontrar con Campagnolo, situación generada en origen por su producción en Europa y la dificultad de surtir de productos OEM a las fábricas ubicadas en oriente, al contrario que sus rivales. Una falta de presencia que se ha ido reflejando en la competición hasta que, en este 2024, ningún equipo World Tour utilizará sus grupos tras cambiar el AG2R, quien hasta el año pasado montaba Campagnolo Super Record, a Shimano con la llegada de Decathlon al patrocinio de la escuadra francesa.
Una decadencia que no tiene una única causa. En realidad, aparenta que en los últimos años Campagnolo ha desistido de la batalla por los montajes OEM, incapaz de seguir el ritmo a Shimano y SRAM, algo que se ha visto reflejado en la atención testimonial que han venido prestando a sus grupos de gama media.
Por otra parte, el nuevo Super Record inalámbrico que llegó al mercado el año pasado apenas ha sido testeado en competición y, su exquisita factura y precio despropocionado apuntan más a un grupo para ciclistas sibaritas que algo de calidad precio razonable que pueda ser práctico para los equipos.
La misma dificultad para mantener un ritmo de suministro para los montajes OEM también ha sido una de las quejas desde hace ya bastantes años por parte de los equipos que finalmente prefieren asegurarse el contar siempre con el material necesario, algo que tanto SRAM como Shimano parecen garantizarles.
De hecho, a veces incluso da la sensación de que Campagnolo mantuviera sus grupos como mera seña de identidad, algo que se demuestra en la falta de evolución de su gama media que mencionábamos antes. Aparentemente, el auténtico mercado que les mantiene vivos fuera el de las ruedas donde sí, sus productos mantienen una gran reputación de fiabilidad y excelencia, sin olvidar que Fulcrum, pese a funcionar como marca independiente pertenece a Campagnolo y utiliza similares tecnologías en sus ruedas.
Por lo pronto, no parece que la firma italiana esté muy preocupada por su pérdida de relevancia en el ámbito de la competición aunque es cierto que, debería dar una vuelta de tuerca a sus políticas para evitar quedar en el olvido en lo que a grupos de bicicleta se refiere.
Quizás una solución sería apostar por un grupo mecánico del máximo nivel para ocupar ese nicho de mercado que tanto SRAM como Shimano han dejado al apostar únicamente por la electrónica. Muchos anhelan esos cambios nitidos y secos del Super Record de 11v y su inigualable ligereza. Poder contar con esas cualidades en un grupo para frenos de disco haría feliz a mucha gente.
También hay que alabar el buen hacer de la marca con su grupo de gravel Ekar, que se ha convertido en una excelente opción en gama media con sus 13 coronas. Un segundo grupo de gravel que cubriera el segmento de gama alta seguro que sería bien acogido por los seguidores de la marca italiana.
En todo caso, al final es el mercado quien dicta sentencia y en la evolución hacia la electrónica y los discos SRAM y Shimano han sabido jugar mucho mejor sus bazas y, sobre todo, tener presencia en las bicis de serie gracias a sus agresivas políticas comerciales. Una presencia en las bicis que vemos en nuestras carreteras que es, al fin y al cabo, lo que da relevancia a una marca más que su éxito en competición. Algo que, por desgracia para Campagnolo y para los románticos del ciclismo, parece una batalla perdida.