El Giro de Italia 2025 lo tiene todo, y mucha montaña
Inicio en Albania, dos contrarrelojes individuales, sterrato por las carreteras de la Strade Bianche y una semana final de infarto marcan un Giro de Italia con un diseño no tan extremo como en otras ediciones pero con una dureza perfectamente ajustada para que, a priori, disfrutemos de una carrera apasionante que se disputará entre el 9 de mayo y el 1 de junio de 2025.
Presentado el Giro de Italia 2025, la última de las tres grandes que quedaba por conocer
Se ha hecho desear el trazado del Giro de Italia 2025. Los problemas organizativos con Albania para una inédita grande partenza han tenido en vilo durante estos últimos meses el diseño definitivo de su trazado que, finalmente sí arrancará al otro lado del mar Adriático con tres etapas en este país.
Un arranque que comienza de forma muy atractiva con un trazado rompepiernas en cuya parte final la organización de RCS ha establecido un circuito al que se darán dos vueltas y que incluye el ascenso a un pequeño puerto de 3ª categoría con final en descenso hasta las calles de Tirana, la capital del Albania.
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Apenas un aperitivo antes de que veamos el primer enfrentamiento serio entre los favoritos con la primera de las dos contrarrelojes en línea que tendrán que afrontar los ciclistas aunque sus algo menos de 14 kilómetros no deberían establecer excesivas diferencias con las fuerzas aún intactas.
Quedará aún una tercera jornada en tierras albanesas, con inicio y final en la localidad de Valona, de nuevo con un perfil rompepiernas y un par de puertos, el último, calificado de 2ª categoría, a 40 km de la conclusión, que podría servir para evitar que veamos un desenlace al sprint que podría no haberse producido tampoco en la primera etapa.
Cómo es habitual en el Giro de Italia, el traslado desde Albania, pese a su relativa cercanía, supondrá la primera jornada de descanso el lunes 12 de mayo al continuar la carrera en la zona sur de Italia lo que supone tener que hacer que toda la caravana de la carrera tenga que atravesar el mar Adriático hasta el puerto de Brindisi.
Se retomará la carrera con una jornada totalmente llana entre Aberobello y Lece, de nuevo con un pequeño circuito final para hacer la jornada más atractiva al público que se de cita in situ. Etapa que, ahora sí, será la primera oportunidad para unos velocistas en no tendrán demasiadas ocasiones de brillar en este Giro de Italia 2025. Le seguirá una jornada de corte algo más rompepiernas pero que también debería de ofrecer un desenlace entre los hombres rápido en una carrera que seguirá recorriendo el golfo de Tarento
Tampoco debería de suponer ninguna sorpresa la 6ª etapa, entre Potenza y Nápoles pese a contar con una primera parte quebrada al ser su parte final totalmente favorable. Eso sí, pese a sus 210 kilómetros, sólo será la segunda etapa más larga de este Giro de Italia 2025 que cuenta entre sus características con unos kilometrajes que parecían olvidados en el ciclismo actual y que, sin duda, serán decisivos en la gestión de los esfuerzos a lo largo de las tres semanas.
Será la 7ª etapa, entre Castel di Sangro y Tagliacozzo cuando la prueba afronte su primera jornada montañosa ya de camino hacia el norte de la península para adentrarse en la región de los Abruzos. Una etapa que arranca con el ascenso a balón parado a Roccaraso como antesala a un terreno quebrado en el que los ciclistas afrontarán otro par de dificultades puntuables: Monte Urano y Vado della Forcella, ambos calificados de 2ª categoría, antes del ascenso final a Tagliacozzo, larga, de más de 12 kilómetros y con un tramo final exigente que nos permitirá ver un primer enfrentamiento cara a cara entre los aspirantes a la general.
Para rematar la primera semana el Giro de Italia 2025 nos tiene reservada una etapa entre Giulianova y Castelramondo de nuevo con la media montaña del centro de Italia como protagonista; y el remate final en la 9ª etapa camino de Siena, ciudad que todos asociamos irremediablemente a la Strade Bianche y precisamente así será su final en el que se afrontarán 5 sectores de tierra que, salvo porque se evita el temible Monte Santa María, copian el final de la clásica, incluida la llegada a Siena con el durísimo muro de la Via Santa Caterina.
Se habrán ganado bien los ciclistas la segunda jornada de descanso. Un día que deberán de aprovechar a conciencia ya que, la segunda semana de la carrera empieza con una jornada importante, la contrarreloj individual entre Lucca y Pisa, de 28,6 kilómetros y trazado totalmente llano que, a buen seguro, definirá de forma importante la clasificación general condicionando como deberán afrontar los favoritos a la victoria lo que reste de Giro de Italia 2025.
Sin apenas tiempo para recuperar de la crono, el Giro ha preparado una dura jornada de montaña a través de los Apeninos entre Viareggio y Castelnovo ne’Monti, también larga, 185 km, y con el durísimo Alpe San Pellegrino, mediada la etapa y los ascensos en la parte final a Toano y Pietra di Bismantova, ambos calificados de 2ª categoría y que, por el diseño de la etapa nos deben de permitir ver interesantes movimientos.
Tras estas dos intensas etapas, el Giro de Italia 2025 da un poco de tregua al pelotón, dando oportunidad a los velocistas de volver a brillar. Primero con una jornada que se adentra en la llanura del Po entre Modena y Viadana para, desde ahí, continuar hacia el Veneto para concluir en Vicenza donde la organización ha preparado una de esas pequeñas encerronas a que acostumbra el Giro de Italia con un circuito final al que darán dos vueltas y que incluye una pequeña cota de cara a meta. Un diseño parecido al de la 14ª etapa que se dirige hacia la cercana eslovenia para finalizar en Nova Gorica también mediante un pequeño circuito final.
Concluirá la segunda semana con una tímida incursión en los Dolomitas, los grandes ausentes de esta edición, con la provincia del Veneto de nuevo como protagonista de una etapa que se dirigirá hacia el Monte Grappa, previo paso del tradicional muro de Ca’ del Poggio. Tras el siempre terrible ascenso al Monte Grappa, aún restará el ascenso a Dori que se corona a algo menos de 30 kilómetros para la llegada en Asiago con el aliciente de que tras la cima apenas hay una verdadera bajada sino que restará un terreno rompepiernas que nos puede proporcionar un apasionante espectáculo. Por cierto, mencionar que esta sí es la etapa más larga de la carrera, disparándose su distancia hasta los 214 km.
Tras la tercera jornada de descanso, arrancará la última semana de la carrera con un perfil sin tregua salvo por la jornada final en Roma. De entrada, una durísima etapa de montaña con cinco ascensiones y final tras 17 kilómetros de subida a San Valentino. Se adentrará tras ella la carrera en los Alpes camino de Bormio, en una etapa marcada por el passo Tonale y el Mortirolo aunque, al igual que en la edición del año pasado, subido desde su cara de Monno, desde donde es un puerto duro pero sin las rampas imposibles de las ascensiones que arrancan en el valle de Valtellina.
Señalar que tanto esta 17ª etapa como la vigésima son las únicas jornadas donde veremos auténtica alta montaña en un Giro de Italia que ha preferido huir de los grandes colosos que a todos nos vienen a la mente, seguramente, para evitar problemas con la meteorología que en los últimos años les ha obligado a tener que mutilar alguna de las a priori etapas reinas. Sin ir más lejos, todos recordamos las imágenes del año pasado en Livigno.
La etapa 18 ofrecerá un respiro al pelotón aunque no exenta de dureza en su primera parte antes de dirigirse hacia el valle de Aosta en la 19ª que, junto a la siguiente etapa podrían ser calificadas las jornadas reinas de la carrera. Una decimonovena etapa del Giro de Italia 2025 con 5 tremendas ascensiones destacando el encadenado del Col de Tzecore, Saint Pantaleon y Col de Joux, las tres por encima de los 15 kilómetros de ascenso y el postre del ascenso a Antagnod que se corona a apenas 5 kilómetros de la llegada.
Si aún quedase algo que decidir, la 19ª etapa nos tiene guardado el temible Colle delle Finestre y sus durísimas rampas de tierra además de un final icónico en el Giro como es el ascenso a Sestriere que siempre resulta más duro de lo que denotan sus rampas como consecuencia de los ascensos que siempre lo preceden. Por cierto, el Colle delle Finestre, con sus 2.178 m de altitud, será la Cima Coppi de esta edición del Giro de Italia.
Un Giro de Italia 2025 que si bien evita los Dolomitas y otras grandes ascensiones de la carrera, tiene un aire clásico con un trazado que va creciendo en dureza según avanza la carrera para desembocar en la clásica e inhumana tercera semana que, sobre el papel, ha de resultar apasionante. Ahora sólo falta que la participación acompañe aunque, por el momento, el único en confirmar su presencia en la carrera italiana ha sido Mikel Landa aunque los rumores de los últimos meses apuntan a que Jonas Vingegaard podría ser de la partida y falta también por conocer si Tadej Pogacar defenderá su maglia rosa en un trazado que llega hasta Eslovenia y que se presenta como idóneo para sus características. Sin duda un caramelo que será complicado de rechazar.