Reece Wilson Campeón del Mundo DH 2020 en Leogang

Circuito infernal en el Campeonato del Mundo de Leogang 2020. Barro, frío y un trazado enormemente trillado marcaban unas complicaciones difíciles de digerir. La élite masculina del DH partía con la ventaja de ver lo que había ocurrido en la prueba femenina, una estrategia resumida en una idea: mantenerse en pie significaba tocar metal.

Cómo transcurrió la primera parte del Campeonato del Mundo DH 2020

Empezaba la prueba con los aspirantes, que mayoritariamente se iban al suelo sí o sí. En la entrada al bosque, dado el alto contraste de luz que había, se observaban las primeras complicaciones a la hora de coger la trazada buena.

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Desde las primeras llegadas a meta, sobresalió la figura de Wilson. El británico estuvo sentado en la silla de actual líder un buen rato. El tramo de bosque, de raíces, servía de cribado: cualquiera que fuese marcando tiempos similares a la cabeza de carrera, era porque iba arriesgando y en esta zona abundaban las caídas.

Desenlace de la prueba masculina de DH

Gwin, de los primeros de la lista de favoritos en salir a pista, se pegó un tortazo que le restó unos 20 segundos con respecto a los metales. El norteamericano entró bastante enfadado en meta. Los rostros contrariados fueron todo el rato una constante. Es difícil ser un gran rider y asumir que el circuito te mandaba al suelo a las primeras de cambio.

Un campeonato del Mundo de Leogang atípico. Alex Marín, la principal baza española fue casi todo el tramo inicial con la pierna fuera y salvó la dignidad hasta el último salto importante en el tramo de raíces, donde se fue al suelo. No se le veía cómodo a Marín, que volvía a saborear el barro antes de salir del bosque. Tan lento llegó al final, que tuvo que tomar la escapatoria y evadir el salto. Lejos el español de la cabeza.

Wilson y Kerr marcaban oro y plata en el primer receso. Los británicos estaban ahí, pero faltaban todos los favoritos por bajar este barrizal de Leogang.

Sí que casi todos cogían el salto final con el foso, pues llegaban con algo más de velocidad tras arrastrar un poco el grueso del barro en la última curva que le precedía, y botaban los 50 kilómetros por hora, a pesar de que la nieve volvía a hacer aparición de forma copiosa. Es lo que tiene bajar en mountain bike por una estación de esquí.

Los norteamericanos no tenían su día. Wilson se iba al suelo un par de veces y se centraba en conservar la integridad física hasta el final de la prueba.

El tiempo cambiaba. Más viento y más nieve. Después de la prueba femenina, 80 riders masculinos iban a acabar de roturar el circuito de Leogang. Todo se complicaba y los británicos se relamían. Todo el que salía y bajaba los tiempos de ellos en la primera parte, solía irse al suelo en la segunda. El mejor ejemplo fue Jure Zabjek, con una primera parte en la que bajó en medio segundo el mejor tiempo, pero que se le fue al traste con una caída en una raíz. El esloveno fue un ejemplo de decenas.

Kerr se caía del pódium, pero Wilson se mantenía en cabeza y se acercaba el final de la prueba. O lo desbancaban los favoritos o el británico iba a tocar metal. Trummer hizo un pedazo de bajada pero se quedaba segundo el austríaco. Y ya sólo restaban 6 riders por bajar.

Loris Vergier, el más rápido en la clasificación, salvó el porrazo en el primer tramo y se mantuvo en la pelea y en pie todo el rato, pero perdía más de 8 segundos antes del salto del foso. Eso demostraba que embarrado como estaba el recorrido de Laogang, otro gallo cantaba. Greenland se cayó casi antes de salir.

Las roderas de la zona boscosa cada vez eran más profundas. Wilson apenas podía mantener la calma en el pódium, sabía que en el ambiente se empezaba a oler el oro. Quedaban sólo 4 corredores. Pero qué 4. Todo abierto en Leogang.

Greg Minnar tenía una larga caída en el primer tramo. El sudafricano, de 38 años se despedía de sus opciones. El triple Campeón del Mundo incluso encajaba la horquilla entre dos pinos, lo que demostraba que el circuito estaba intransitable y era muy complicado. Más nieve, más agua, más nervios y más presión. Menos opciones para desbancar a Wilson.

Danny Hart incluso se fue fuera del Top 10. Troy Brosnan mejoraba tiempos pero se iba al suelo nada más entrar en el bosque. Loic Bruni se iba al suelo en mitad del bosque, justo cuando Wilson se echaba a llorar. Arcoiris para el británico, fuera de los favoritos. Otra sorpresa. Una más de este Campeonato del Mundo de Leogang. El 39 del ranking ganaba en DH y cerraba estos campeonatos mundiales.