Podríamos pensar que
los relevos son una técnica ciclista sencilla y que todo el que monta en bici domina. Pero eso no es así, mucho ciclistas no dominan la técnica y otros ni siquiera saben bien para lo que sirven. Si es que sirven para algo.
A simple vista el relevo es una operación sencilla en la que el ciclista que encabeza el grupo se aparta para que el resto de corredores le adelanten y el se coloque en la última posición. Pero es que si esta sencilla técnica se realiza de manera correcta, se consiguen resultados muy beneficiosos como
mantener la velocidad del grupo, evitando picos innecesarios, protegernos del viento y evitar grandes desgastes físicos.
Comenzamos diciendo que son una técnica sencilla y ahora vamos a dar hasta 4 tipos distintos. Los relevos suelen clasificarse en sencillos -o en línea- y dobles -o en rueda-.
En
zonas llanas largas y con visibilidad se suele utilizar el primero,
el relevo en línea. Es el tipo de relevo más utilizado y
el que mejor funciona en grupos pequeños.
Si e
l grupo es más grande y el recorrido es virado y con rectas no muy largas quizás el que mejor funcione es
el relevo a rueda, donde el grupo se dispone en al menos dos filas paralelas.
Ahora bien dentro de estos los relevos pueden ser cortos o largos.
Los relevos cortos son aquellos en los que
la cabeza del grupo está tirando durante medio minuto o un minuto.
Suelen utilizarse en grupos grandes, sin importantes cambios de ritmo y se consigue que el que tira del grupo no haga un gran esfuerzo y se recupere pronto.
Los relevos largos son aquellos en los que se aguanta la cabeza de 2 a 4 minutos. Son ideales en grupos con grandes diferencias físicas, ya que los más fuertes pueden aguantar tirando durante más tiempo y los que van más justos pueden adecuar su tiempo en cabeza según su condición física. El objetivo es mantener una velocidad constante.
Ahora vamos a pasar a pormenorizar en los detalles de cada fase en el relevo.
1.Mantener una velocidad constante
El primer fallo que solemos colocar cuando recibimos el relevo es acelerar. Cuando el ciclista de delante nuestra se descuelgue y nosotros pasemos a la cabeza no debemos acelerar la velocidad que lleve el grupo.
Esto provocaría un sobreesfuerzo de los últimos del grupo por no quedarse descolgados -en la cola del grupo la velocidad suele ser unos 2 o 3 km/h más lenta que en cabeza. Para evitar eso lo mejor es medir la velocidad cuando vamos segundos y mantenerla cuando nos situemos en primera posición.
2.Fluidez en el cambio
Siguiendo con la premisa del primer punto lo más importante de esta técnica es intentar mantener la velocidad del grupo. Por eso cuando uno se aparte para dar el relevo debe hacerlo por el lado protegido del viento e incorporarse de manera cómoda -
desacelerando- hasta la cola del grupo. Es recomendable subir un piñon en el momento que nos apartamos.
Además si el que va en cabeza se siente cansado o no aguanta la velocidad deberá apartarse antes de que reduzca la velocidad del grupo.
3.Evitar cortes en el grupo
El que vaya en cabeza debe ser consciente de aquellos pasos como cruces y rotondas en los que se podría partir el grupo. En esos casos si debe reducir la velocidad con la idea de no dejar a nadie descolgado.