Pieterse gana con agonía el thriller de la Copa del Mundo CX de Hulst

Pieterse se lleva la victoria en la Copa del Mundo CX de Hulst. La neerlandesa tenía la carrera encarralida con el demoledor ritmo del inicio, aunque al final Alvarado se zafó de Brand, se enganchó a la estela de la vencedora y le hizo sudar el triunfo hasta la extenuación. Van Empel sufrió una caída y acabó cuarta por detrás de Brand.

Pieterse vence la Copa del Mundo CX de Hulst por delante de unas enormes Alvarado, Brand y Van Empel

La carrera dio comienzo con el habitual buen arranque de Schreiber. La campeona del Gran Ducado se puso en cabeza en los primeros compases de carrera, aunque Pieterse le quitó el puesto de honor cuando el trazado de Hulst se lo permitió. Brand y Van Empel hicieron lo propio, mientras Alvarado quedó un poco rezagada.

La mala suerte llamó a la puerta de Mooors: se le salió la cadena en las primeras pedaladas y, sin ser capaz de volver a ponerla en su sitio, se vio obliglada a seguir a pata hasta la zona de asistencia.

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Pieterse activó el modo ofensivo. La neerlandesa afrontó la carrera sin especular con un ritmo tremendo que pasó factura a sus rivales desde el principio. El movimiento sirvió para abrir un hueco de nueve segundos poco después de revelar sus cartas.

El ataque de Pieterse forzó a que las demás tuvieran que remontar, aunque por detrás imperase la desunión: Van Empel asumió los galones del arcoíris y lideró la cacería, mientras Brand cedía metros y Alvarado trataba de asomar la cabeza cuanto antes.

Pieterse apretó el ritmo y Brand se reenganchó a Van Empel. Ambas perseguidoras intentaron reducir la diferencia sin éxito, mientras Alvarado llegó a ellas para formar un trío y sumar piernas en la dura lucha por llegar al frente.

El deseo por alcanzar a Pieterse se fue difuminando a medida que la carrera avanzaba y la corredora de pelo naranja, lejos de aminorar la marcha, seguía sumando segundos a su bolsillo. Alvarado, visiblemente más fresca que sus otras dos compañeras de viaje, encabezó la persecución. Y entonces Van Empel se fue al suelo en un incidente que le hizo perder varios segundos con la pareja.

Pieterse seguió pedaleando con una soltura desbocada y, aunque el esfuerzo declarado de la líder parecía darle una renta cada vez más grande, el paso de los kilómetros cambió el equilibrio de la balanza. Alvarado y Brand hicieron bien los deberes y consiguieron recortar diferencias con Pieterse hasta quedarse a 15 segundos en la penúltima vuelta.

Por su parte, Van Empel siguió enfrascada en su particular batalla de cogerle de nuevo el pulso a la carrera. De hecho, el gran ritmo que alcanzó la pareja Alvarado-Brand provocó que la remontada de Van Empel se estancara.

El duelo en la distancia subió de intensidad: Pieterse fue consciente de que podía convertirse en presa y se vio obligada a exigirse más, mientras que Alvarado y Brand tenían el aliciente de ver la coleta naranja cada vez más cerca.

Alvarado y Brand intimidaron a una Pieterse que, a sabiendas de que ambas corredoras eran una amenaza real a sus intereses, luchó por no concederles la posibilidad de soñar.

Pieterse falló en una de las intensas subidas de Hulst, cedió un poco de tiempo y dio alas a unas perseguidoras que seguían con ganas de llevarse algo a la boca. Brand salió del plano tras la descomunal bajada del cicuito neerlandés, momento en el Alvarado pasó la tijera para recortar todo el hueco con Pieterse y pegarse a su rueda.

La emoción tocó techo en el último tramo de la prueba. El guion de la carrera espoleó a Alvarado a intentar la machada y, a pesar de que estuvo cerca, Pieterse se mantuvo delante con dificultades hasta que Alvarado, que también iba al límite, ya no pudo más y cedió unos metros decisivos.

La llegada a meta rozó la agonía y Pieterse dibujó una sonrisa cansada para certificar la victoria en la Copa del Mundo CX de Hulst. La neerlandesa suma la segunda victoria consecutiva en la competición tras el éxito que también cosechó en Gavere.

Van Empel dio caza a Brand para jugarse el tercer cajón del podio en el esprint final, aunque se vio frustrado cuando a la arcoíris se le salió el pie del pedal.