Nino Schurter gana la 36 en la Copa del Mundo XCO de Val di Sole

Nino Schurter se lleva la victoria en la Copa del Mundo XCO de Val di Sole. El suizo se escapó con Hatherly para luego emprender una cabalgada en solitario que le brindó una victoria sensacional. Azzaro fue el más rápido en un esprint final tremendo que disputó junto a Luca Braidot y Colombo, cuarto y quinto, respectivamente.

Nino Schurter vence a la historia: victoria 36 y podio 80 en la Copa del Mundo XCO de Val di Sole

Las nubes llegaron a Val di Sole y amenazaron con complicar la existencia a los 101 corredores citados para disputar la cuarta prueba de la Copa del Mundo XCO. La salida fue limpia y el enorme pelotón empezó a pedalear por el emblemático circuito italiano. Nino Schurter cumplió con lo prometido, cogió la batuta desde el principio y apretó el ritmo. La vuelta corta resultó estéril para que afloraran las diferencias, a pesar de que el grupo estirado ya era un síntoma de los duros golpes de pedal del suizo.

De Froidmont sustituyó a Schurter en el esfuerzo del liderato, aunque la participación del belga fue testimonial y casi de inmediato Nino volvió a asumir el mando. El regreso a la vanguardia sí hizo mella y provocó un temprano dolor de piernas en quienes intentaron seguirle.

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Las pedaladas de Schurter pasaron factura cuando picó espuelas en un movimiento que solo encontró la respuesta de Hatherly, Sarrou y Vidaurre. Los cuatro se unieron en un cuarteto que se avino bien, conscientes de que era momento de abrir brecha con los demás. El ritmo se mantuvo estable pero alto y las distancias empezaron a aparecer hasta hundir a Andreassen, De Froidmont, Azzaro y Schuermans a 15 segundos.

Jofre Cullell completó una excelente salida y -tras partir 15º depués de un gran XCC- se colocó en la décima posición. La otra cara de la moneda la protagonizaron candidatos habituales a la victoria como Koretzky y Blevins, que se encontraron muy abajo en la tabla.

Hatherly asumió el timón mientras por detrás un nutrido grupo de corredores opositaban a liderar la cacería al cuarteto de cabeza. Colombo arrastró a Azzaro, Gaze y Schuermans en un intento por reengancharse a la lucha por la victoria. Tras una ardua tarea que llevó más tiempo del esperado, la balanza se inclinó a favor de los perseguidores y la tercera vuelta empezó con ocho ciclistas en el frente de carrera: Hatherly, Schurter, Vidaurre, Sarrou, Azzaro, Colombo, Schuermans y Braidot.

La llegada de tanta gente espoleó a Schurter a volver a agitar la carrera con un nuevo embite que sirvió para romper definitivamente la baraja: cabalgada en solitario que solo fue replicada por un Hatherly de hierro. El movimiento llegó en una de las subidas del circuito italiano y agotó las reservas de Vidaurre y Azzaro, que poco después fueron engullidos por el grupo de rezagados.

Hatherly y Schurter se fundieron en una pareja que supo abrir hueco con quienes venían por detrás. Los continuos cambios de posición de los perseguidores contrastaban con la pulcritud y el saber estar del dúo líder, con Schurter siempre delante. El abandono de Simon Andreassen llegó cuando Schurter volvió a endurecer el ritmo, mientras Hatherly tiraba de casta y contenía los arreones con tremenda efectividad.

Schurter conservaba la primera posición y Hatherly se debatía por mantener el tipo, resguardado tras la espalda del suizo. Y entonces llegó el movimiento decisivo. Schurter leyó como nadie la carrera y abrió las alas en un momento clave que hizo daño a Hatherly, que cedió unos metros hasta que fue capaz de detener la hemorragia; pocos segundos pero muchos vatios de por medio.

La frescura de Schurter era evidente, con un pedaleo con mayor soltura que el de Hatherly, que se aferraba a una utópica remontada con testarudez. 6 segundos. 12 segundos. 15 segundos.

Con las dos primeras posiciones afianzadas, la atención se centró en la disparatada batalla por la tercera plaza. El grupo perseguidor -Guerrini, Azzaro, Luca Braidot, Forster, Sarrou, Avondetto, Colombo, Schuermans y Vidaurre- mantenía una lucha interna por conquistar el tercer cajón del podio y los golpes se sucedían sin descanso.

La situación de cabeza se mantuvo estable mientras Schurter consumía los últimos kilómetros. El suizo iba cimentando la victoria con sobrada ventaja y mantenía a raya la amenaza infinita de Hatherly. Y así, sin sorpresas ni giros de guion inesperados, Schurter pedaleó para alzar los brazos y certificar la victoria en la Copa del Mundo en Val di Sole. Otro triunfo y otro desafío a la historia: 9 victorias en Val di Sole; 36 victorias y 80 podios en Copa del Mundo.

Hatherly llegó segundo con todos los honores, mientras que la batalla por la tercera plaza regaló un esprint final agónico entre Azzaro, Braidot y Colombo. El francés fue el más rápido, a pesar de reengancharse a última hora a los dos fugados, y se llevó la tercera posición.

En cuanto a los españoles, Jofre Cullell -18º- volvió a ser el mejor y David Valero -20º- firmó su mejor carrera en Copa del Mundo esta temporada. José Miguel Ramírez fue 73º y Felipe Orts, que sufrió un pinchazo, acabó 92º.