Van der Poel también gana con rotundidad el Superprestigio de Diegem
Van der Poel se lleva la victoria en el Superprestigio de Diegem. El neerlandés esperó con paciencia su momento, lanzó un ataque en la arena que nadie fue capaz de contestar y la brecha con los de detrás se fue haciendo cada vez más grande. Pidcock e Iserbyt mantuvieron un pulso que cayó del lado del británico tras una arriesgada maniobra al final de la carrera.
Van der Poel gana en el Superprestigio de Diegem con otra dosis de superioridad
La carrera nocturna de Diegem arrancó con un Pidcock más entonado que en otras ocasiones. El británico evitó los errores en la salida, se estableció desde el principio dentro del primer grupo y Van der Poel se situó tras él. El neerlandés exhibió poderío al ser el único corredor de cabeza que cubrió la zona de arena sin desmontar, lo que le permitió adelantar algunas posiciones.
Vanthourenhout pasó al frente, Iserbyt le reveló y Vanthourenhout volvió a coger el timón. El campeón europeo mantuvo el gobierno con hegemonía; y aunque por momentos parecía que el grupo se estiraba y perdía unidades, instantes después volvía a ganar integrantes.
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Tras varios movimientos de menor perfil, Pidcock fue el primero en probar suerte. El Jinete se puso delante y obligó a redoblar esfuerzos. El cambio de ritmo redujo el grupo cabecero en cinco: Pidcock, Vanthourenhoput, Iserbyt, Van der Poel y Nys. A pesar del agujero que habían abierto sobre el barro, el asfalto dio la oportunidad a que algunos rezagados se reengancharan.
Vanthourenhout se hizo con la primera posición y volvió a asumir la responsabilidad del liderato. El buen paso por la arena de belga impidió que Van der Poel le superase, mientras que Pidcock sufrió más de la cuenta y perdió varios segundos con el grupo.
La carrera avanzó sin grandes cambios. Van der Poel permanecía en un segundo plano y, cuando la superioridad le ponía por delante, se abría para dejar la batuta a quien quisiera recogerla. Por detrás, poco después Pidcock regresó a la cabeza.
Llegó de nuevo la arena y llegó el ataque de Van der Poel. El arcoíris abrió gas con una jugada que dejó sin respuesta al resto de integrantes de un grupo que se desmembró en ese momento. Vanthourenhout volvió a completar un gran paso por la arena, aunque fue insuficiente para conservar la estela del neerlandés.
Los tablones espolearon todavía más a un Van der Poel que había encendido la máquina de vatios. La hemorragia crecía por momentos y, a pesar de los intentos de Vanthourenhout de mantener el contacto visual, poco tardó en perderlo de vista.
La distancia quedó en ocho segundos al paso por meta. Pidcock, Iserbyt y Vanthourenhout se aliaron como buenos supervivientes y afrontaron la caza de la Bestia Naranja.
Vanthourenhout se bajó del barco poco después de arrancar la vuelta y Pidcock e Iserbyt quedaron a solas en la dura tarea de recuperar el tiempo perdido a un Van der Poel que por aquel entonces ya iba desatado. El neerlandés siguió tirando con fuerza en busca de la tranquilidad al final de carrera.
Iserbyt descolgó a Pidcock, aunque el británico tiró de casta para recortar la distancia y volver a conectar con la rueda del corredor del Pauwels Sauzen-Bingoal.
La pelea por la segunda posición se desarrollaba con una tensión creciente. La igualdad entre los contendientes al segundo cajón del podio endureció la batalla. Pero a pesar de la aparente intensidad del ejercicio, Van der Poel siguió sumando metros de ventaja hasta alcanzar una renta de 38 segundos al paso por la penúltima vuelta.
El pulso entre Iserbyt y Pidcock continuó y ambos empezaron a entender que el conflicto solo se podría resolver en el último giro. La balanza se mantuvo inalterada hasta la arena: Pidcock cedió tiempo de nuevo y la situación se agravó ante el buen paso de Iserbyt. El belga abrió hueco y al Jinete solo le quedó machacar los pedales en una zona sin técnica para regresar a la pelea.
La insistencia de Pidcock encontró premio justo en las dos últimas curvas. El británico asumió riesgos para adelantar a Iserbyt, se salió del rebufo con la bici cruzada y le ganó la posición por el interior de la frenada. La maniobra al filo del choque le salió bien y aguantó la posición.
Por su parte, Van der Poel cabalgó despreocupadamente hacia la meta y alzó los brazos para certificar una nueva victoria en el Superprestigio de Diegem. Cinco triunfos en cinco carreras esta temporada. Y de nuevo dando muestras de una superioridad que le coloca como favorito en cualquier cita a la que acuda.
Pidcock resistió y cruzó en segunda posición, mientras que Iserbyt se hizo con la tercera plaza y la general de la competición.
Resultados Élite Masculino - Superprestigio de Diegem
- Mathieu Van der Poel 55'27"
- Thomas Pidcock +49"
- Eli Iserbyt +53’’
- Michael Vanthourenhout +58"
- Joris Nieuwenhuis +1'
- Quinten Hermans +1'26"
- Emiel Vestrynge +1'40"
- Lander Loockx +1'43"
- Ward Huybs +1'44"
- Michael Boros +1'45"