Ritchey lanza una edición limitada de la Swiss Cross por su 50 aniversario
La Swiss Cross, la legendaria bici que el histórico fabricante construyó para que Thomas Frischknecht pudiera disputar la campaña de ciclocross en el año 1994, sigue viva en el catálogo de la marca que ahora presenta una edición limitada para recordar que hace 50 años Ritchey se adentraba en la fabricación de bicis soldando sus primeros cuadros en el garaje de sus padres en California.
La bici más entrañable de Ritchey llega en su edición más especial
Hace 30 años, uno de los más grandes corredores de Mountain Bike de la historia, el suizo Thomas Frischknecht, le pedía a Tom Ritchey, uno de los más grandes constructores de bicis, uno de los pioneros de esta modalidad , que le construyera un cuadro para disputar la temporada de ciclocross. Nacía así la Swiss Cross, una de las bicis más recordadas de cuantas creó el genio de Ritchey y que aún hoy en día sigue teniendo su hueco en el catálogo de la marca.
En la actualidad, la Swiss Cross sigue siendo la radical bici de competición, tal como fue concebida en los 90, pero se ha adaptado convenientemente a los tiempos adoptando frenos de disco, una horquilla de carbono o haciendo un guiño hacia un uso gravel al ser capaz de aceptar cubiertas de hasta 40 mm.
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Sin embargo, esta moderna Swiss Cross conserva la esencia de esos tubos finos de acero utilizando los tubos Ritchey Logic de triple conificado, que son soldados concienzudamente con Tig para crear una bici completamente atemporal.
Esta edición limitada de la Swiss Cross se viste con el característico color rojo que hacía reconocible aquella bici y es marca de la casa en las máquinas salidas de la mano de Ritchey y logos que nos traen reminiscencias de aquellos años 90, sin duda, la época dorada de la Mountain Bike y en la que corredores como Frischknecht hicieron esta modalidad tan grande como es hoy en día.
El cuadro de la Swiss Cross tiene un peso declarado de 1,95 kg en talla L, a lo que hay que sumar los 430 g que añade la horquilla. Manteniendo su esencia de bici de ciclocross, llama la atención que los soportes de freno están diseñados para albergar discos de 140 mm, lo habilidad en una modalidad en la que se frena lo menos posible y sólo de forma muy puntual. En cualquier caso, con el mencionado uso gravel en mente, es capaz de aceptar discos de 160 mm sin problema.
Otro guiño a la modernidad respecto a las bicis de los 90 es la utilización de una dirección de 1’’ 1/8 por supuesto ahead, frente a las de rosca que aún se estilaban entonces. Pero no renuncia al clasicismo en su caja de pedalier, para eje roscado tipo BSA de 68 mm de ancho. Aun usando esta medida clásica, la línea de cadena está pensada para poder utilizar sin problemas tanto bielas de doble plato como 1x.
Un trocito de historia que puedes adquirir directamente en la web de Ritchey, previo desembolso, eso sí, de los 1.713,20 € que cuesta el kit cuadro/horquilla de esta edición limitada de la Swiss Cross.