Una buena rutina a seguir antes de cualquier carrera
El proceso de preparación para una carrera es fundamental. La rutina previa a esa carrera es trascendental. Hoy te damos algunos consejos sobre ella.
La importancia de una rutina para el día de la carrera
Siempre, sin matices, una carrera ciclista requiere una preparación exhaustiva, cuidada y muy pensada día a día. Pero, entre todos esos días, hay uno clave: el día de la carrera en sí. Ese día sólo esperas que todo lo que puede salir bien, salga bien. Para evitar confusiones y fracasos, hay algunos consejos, algunas rutinas, muy aconsejables para seguir el mismo día de la carrera.
Y es importante tenerla, más que presente, muy asimilada. Porque el día de la carrera va a ser muy complicado que puedas estar concentrado en seguir esa rutina, así que si lo tienes interiorizado evitarás tener que estar recordándola, será una rutina casi inconsciente, pero muy valiosa.
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Es importante establecer este tipo de rutinas por varias razones. Esa concentración que comentamos es la principal, pero también es importante, por ejemplo, no olvidar nada importante el día más señalado. Pero que tu mente esté lista para el momento preciso, es lo más importante. Anótate estos consejos.
6 consejos para el tu rutina antes de la carrera
Una tabla de horas
Lo más importante es estudiar previamente el día de la carrera y planificar todo lo planificable. Planificar conlleva indicar horas, es decir, elaborar una especie de horario. De esta forma, sabrás en cada momento qué debes hacer. Se trata de no pensar.
Sí, de no pensar qué es lo que toca hacer, sino de hacerlo sin más y conservar la concentración exclusivamente en la carrera. Para ello, elabora un horario en franjas de 30 minutos y determina cada fase con claridad: comida, hidratación, calentamiento, etcétera.
Ten el material listo
No puedes llegar a la carrera y descubrir que falta algo. No importa si es más o menos importante, aunque obviamente si olvidas algo fundamental, te vas a arrepentir.
Para ello, es importantísimo que los días previos elabores tu lista completa de todo lo necesario: ropa, equipamiento, mecánica, comida, equipaje o repuestos son lo fundamental, pero lo idóneo es que listes lo que no te puede faltar a ti. Luego, organízalo en bolsas o maletas con sentido, que no tengas que estar buscando en una u otra. Lo mejor, es separar cada uno de esos bloques por maleta: tu equipaje personal, en un lado; tu equipamiento y ropa ciclista, en otro, por ejemplo.
Las comidas, preparadas
Tampoco puedes estar preparando comida, ni comer cualquier cosa. Lo idóneo es que también lo lleves listo. Puedes cocinar el día previo y guardar en envases tu comida totalmente organizada. Es bueno tener una mochila térmica que conserve el frío o el calor de tus alimentos.
Así, a la hora de comer te aseguras dos cosas muy importantes: que comes justo lo que tu cuerpo va a necesitar para la siguiente carrera; y dos, que evitas comer alimentos de cualquier lugar ajeno, ya que no es el día de arriesgarse a que algo pueda sentarnos mal.
Los 15 minutos de meditación
Te aconsejamos que, tras despertar por la mañana y asearte, dediques al menos 15 minutos a sentarte y meditar sobre lo que se viene. Ponte cómodo, ponte cómoda, y controla tu respiración. Lo demás suele ir de la mano.
Puedes cerrar los ojos si te cuesta evadirte, relajarte o marcar el ritmo de tu respiración. Suele ayudar al menos al principio. Relájate, visualiza la carrera, pero olvida los detalles. Se trata de controlar las emociones, no de planificar nada. Insistimos: controla tu respiración y procura que esta sea relajada. Te ayudará a empezar la jornada trascendental totalmente enfocado.
Un calentamiento perfecto
El calentamiento es una parte fundamental para el rendimiento final. Por eso, el día de la carrera tu rutina debe incorporar tu calentamiento idóneo. Igual: haz tu tabla, ejercicios y tiempos, todo claro, para evitar despistes.
Puedes hacer alguna variación de última hora, en función de lo que notes esa mañana que ha cambiado. Si es que ha cambiado algo. Pero si no es así, mantén tu guion, considera que has planificado ese calentamiento con la cabeza fría, no es idóneo alterarlo con el corazón caliente.
Una persona de confianza
Por último, ten una persona de confianza y comparte con ella prácticamente todo. Llegado el caso, los nervios te pueden jugar una mala pasada, pero tener a alguien que conoce el plan de cabo a rabo te ayudará a reconducir una situación complicada.
Además, te despreocuparás de todo lo que supone dejar algo de valor, vigilar la bicicleta si necesitas ir al baño o cualquier otra razón, o darte algún consejo ese día de la carrera. Aunque lo idóneo es alguien que sepa escuchar mucho y que no se ponga nervioso. Se trata de que te suponga una tranquilidad, no otra preocupación más.