Cómo salir de tu zona de confort en mountain bike
Comprobado, practicar mountain bike es una gran solución para algo psicológicamente tan necesario como es salir de tu zona de confort. En todos los sentidos, tanto deportivamente como personal y psicológicamente.
Qué es la zona de confort deportiva
Los profesionales la definen como zona de confort porque los síntomas son claramente de apatía: te conformas con tu estado de forma actual y con tus resultados, y pierdes el objetivo de vista, así como las aspiraciones. Te encuentras cómodo en el punto en el que estás y no buscas el siguiente nivel, el próximo reto. Si es así, has caído a tu zona de confort deportiva.
No es grave, no hay de qué preocuparse: el ser humano tiende a buscar la comodidad, es algo natural y en el mountain bike no iba a ser diferente. Eso sí, en el deporte tiene un aliciente de gravedad, ya que entrar en la zona de confort conllevará desconexión, pérdida de ambición y con el tiempo desmotivación e incluso abandono. Y suele ocurrir cuando repites los mismos ejercicios constantemente, los que se te dan mejor o controlas más que el resto. Pero es fácil salir de ella si eres un amante del mountain bike.
Cómo salir de tu zona de confort en mountain bike
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Los amantes del mountain bike lo tienen más sencillo. Porque practiques la disciplina que practiques siempre tiene muchísimo dinamismo. Las rutas son totalmente diferentes y los ejercicios para mejorar son infinitos. El primer consejo es ese: cambia de ruta y sobre todo cambia de ejercicios periódicamente. No te dediques a ir por los mismos senderos y entrenar siempre las mismas facultades. Haz incluso lo opuesto a lo que sueles hacer.
Cambia incluso la técnica de tus entrenamientos al completo, alterna semanas intensas con paseos relajados, incluso en familia y cambiando de componentes o de bici. Varía incluso el uso de ciertos tramos: si sueles trabajar fuerza en una subida concreta, dedica una semana a trabajar equilibrio en la misma subida. No encasilles los sectores, o se te harán aburridos: puedes redescubrir un sector haciendo algo diferente en él.
Debes entrenar por objetivos, y no por sesiones. No basta con salir cuatro veces a la semana en tu mountain bike si haces casi lo mismo semana a semana. Márcate objetivos de tiempo y pulsaciones, que te ayuden a medir tu rendimiento y te animen a mejorar a la siguiente salida. Es decir, aunque la ruta tenga que ser la misma durante dos semanas seguidas, intenta medir todo lo posible en la primera, para poder intentar superarte a ti mismo en la segunda.
Considera lo siguiente: se trata de ampliar tu zona de confort. Hacer una actividad diferente hará que con el tiempo también la domines a la perfección, y pasará a formar parte de tu zona de confort, a tus destrezas sobre la mountain bike. Te hará mejor ciclista, y eso supone un esfuerzo constante para reinventarte. Es un ejercicio de imaginación semanal, que te mantiene creativo cuando sales con la bici y te impide la monotonía y la falta de ilusión por salir a rodar.
Rueda en grupo. Es fundamental. Un pelotón o una grupeta alteran constantemente tus pretensiones y vicios. Van más rápido, o más lento que tú vas de costumbre; cambian las rutas o no las hacen por el mismo lugar que las haces tú; te comparten sus experiencias y sus trucos, lo que te aporta otros puntos de vista, otras formas de tomar una curva, de colocar el cuerpo, de subir una pendiente o de frenar en un punto determinado. Enriquece y te mejora como mountain biker.
Desentrena. Puede sonarte raro, pero en ciclismo es fundamental descansar y hacer períodos de desconexión y recuperación.
Y por supuesto, tu mountain bike te ayudará a salir de tu zona de confort: este dinamismo como ciclista no es más que tu propia personalidad lejos de la bici. Si eres creativo, dinámico y motivado sobre la mountain bike, salir de tu zona de confort personal y profesional es pan comido.
Porque no lo olvides: todo siempre se puede mejorar.