Skunklock, el candado que hace vomitar a los ladrones
A simple vista Skunklock es un tradicional candado de acero en forma de u, uno más. Pero el ingenio del natural de San Francisco Daniel Idzkowski va mucho más allá, incorporando un curioso sistema que pretende ahuyentar a los ladrones asqueándoles hasta la náusea.
Idzkowski ideó Skunklock después de ser víctima, junto a algunos amigos, del robo de sus bicicletas. Este "negocio" reporta a los rateros hasta 350 millones de USD según el propio Idzkowski, que también asegura que se sustraen 1,5 millones de bicicletas cada año en el país americano. Como eso, la solución a un problema acuciante, nació Skunklock.
Skunklock, el candado que hace vomitar a los ladrones
El secreto de Skunklock está en su interior. Todo el interior de la cavidad en forma de u está repleto de un compuesto químico gaseoso, que se libera ante el menor intento por forzar el candado, cuyo repulsivo olor está pensado para disuadir a los ladrones. Según su creador, el aroma es tan desagradable que en una inmensa mayoría de los casos induce al vómito del que lo aspira.
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Además Daniel Idzkowski asevera que no hay ningún riesgo de que el producto se libere por error, haciendo sufrir al propietario la desagradable sensación reservada a los mangantes. Una barra de bloqueo hecha en acero de alta resistencia y el mecanismo de alta seguridad de su cerradura se encargan de ello.
Skunklock ha conseguido la financiación para su producción
Skunklock es el resultado del empeño de su creador. Idzkowski decidió buscar financiación en la página web dedicada al crowdfunding Indiegogo, en la que ya ha recaudado 26.348 USD de los 20.000 inicialmente requeridos para sacar el proyecto adelante. Así pues el producto verá la luz, todo un éxito, al menos en los Estados Unidos: está por ver si la normativa Europea, habitualmente menos laxa que la americana en estas cuestiones, da el visto bueno al uso de los productos químicos que se encuentran en su interior.