Soja verde, un alimento que cada vez gana más adeptos
La soja verde o judía mungo es un producto cada vez más consumida en nuestro país. Pese que no tiene nada que ver con la soja, esa estrella de la cocina asiática, se le denomina así popularmente por ser un increíble fuente de proteína, la más rica precisamente tras la soja.
Propiedades de la soja verde
Como hemos dicho es una increíble fuente de proteínas -30 gramos por cada 100- pero también contribuye a nuestro organismo con vitaminas y minerales de todo tipo que la convierten en todo un lujo nutricional, en una de las alternativas más adecuadas para obtener todos esos beneficios sin abusar de alimentos perjudiciales. En definitiva, un producto que debería formar parte de la dieta de cualquier deportista o ciclista.
Los hidratos de carbono, la fibra y las grasas -en escasa cantidad y en su versión positiva- también están presentes en este superalimento, estrella de las dietas vegetarianas.
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De igual manera, son un alimento muy indicado para niños de zonas humildes, en los que el consumo de carne de manera habitual no sea económicamente viable. La cantidad de proteínas anteriormente citada es un sustituto excelente.
Beneficios de la soja verde
La presencia de la soja verde en nuestra alimentación solo tiene consecencias positivas, especialmente en el caso de deportistas de cualquier tipo, incluyendo a los ciclistas.
La elevada cantidad de proteínas junto a la presencia de hidratos -en mayor medida- y grasas -más modestamente- convierten a este producto en un proveedor de energía sano y natural, ideal para la práctica deportiva. Te proporcionará las fuerzas necesarias para una dura salida sin elevar tu colesterol.
Además, entre los minerales presentes en este superalimento se encuentran tres esenciales para el desarrollo de nuestros huesos: el calcio, el magnesio y el fósforo permiten a nuestro organismo fortalecer su esqueleto.
Como cualquier legumbre se puede cocinar de múltiples maneras -tras dejarla en remojo y cocerla- ya sea en un guiso, una sopa, una ensalada o rehogadas. Condimentarla con comino hará más fácil la digestión de una legumbre que, al tener una piel más fina que la habichuela o el garbanzo, ya es de por sí más ligera para el aparato digestivo. Eso sí, por este mismo motivo son más delicadas: no las remuevas en exceso o corren el riesgo de deshacerse.
La soja verde es todo un superalimento que nos ofrece innumerables beneficios. Y tú, ¿lo consumes de manera habitual? Si es así, no dudes en compartir en nuestras redes sociales tu receta favorita en la que utilices la maravillosa judía mungo.