Tadej Pogacar gana un memorable Tour de Flandes
Sin lugar a duda, esta edición 2023 Tour de Flandes merece encuadrarse entre las mejores carreras que hemos visto en años. Un calificativo que ya utilizamos el año pasado tras la etapa del Tour de Francia que finalizaba en Granón y en, pese a ser pruebas totalmente contrapuestas, uno de los protagonistas repite: un grandísimo Tadej Pogacar decidido a escribir su nombre con letras doradas en el Olimpo del ciclismo.
Tadej Pogacar sigue engordando su leyenda y suma su 4ª victoria en un monumento
Es difícil describir en unas líneas el cúmulo de sensaciones que nos ha deparado este Tour de Flandes. Una carrera que todos esperábamos con ansia desde hace semanas y que, al contrario que suele ocurrir cuando se crean expectativas muy altas no sólo no defraudó sino que nos regaló una jornada de ciclismo de auténtico ensueño prácticamente desde el comienzo.
Y no será porque el guión se haya cumplido sino por las alternativas que ofreció en un día totalmente loco en el que los grandes favoritos cerca estuvieron de ver cómo se escapaban sus opciones.
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Se iniciaba la prueba a las 10 de la mañana desde un marco tan incomparable como es la bellísima ciudad de Brujas. Por delante 273 kilómetros en una jornada que amanecía fresca pero sin la machacona lluvia que torturó el día anterior a los participantes de la prueba cicloturista que se celebra en coincidencia con el Tour de Flandes sobre el mismo trazado que se disponían a recorrer los profesionales.
Al contrario de lo habitual, el pelotón salía con un ritmo muy alto que no dejaba que ninguno de los intentos de fuga prosperara. Así pasaban 40 kilómetros hasta que, de forma totalmente imprevista, en una zona un poco más expuesta se comenzaba a meter cuneta, zafarrancho de combate y el grupo que se cortaba. Tras unos minutos de confusión saltaban las alarmas al ver que el grupo trasero era tirado por los hombres de Alpecin-Deceuninck a cuya rueda se encontraba Mathieu Van der Poel, a priori, el máximo favorito a vencer esta edición 2023 del Tour de Flandes.
Pese a que las diferencias crecieron hasta los 40 segundos, ningún equipo se atrevió a coger el toro por los cuernos y poner la carrera patas arriba con más de 200 kilómetros aún por delante, así que, finalmente, los de detrás conseguirían cerrar el hueco tras 20 kilómetros de persecución, sin duda un daño importante para la estrategia que pudiera tener Alpecin-Deceuninck.
No se tranquilizaría la carrera con la neutralización ya que, unos kilómetros después se producía una caída en posiciones bastante delanteras del grupo y un nuevo corte en el que se veía afectado Tadej Pogacar. Por suerte en este caso, al ser una caída, los comisarios no cortaron el paso de los coches de equipo por lo que no tuvieron mayor problema para neutralizar esta situación los integrantes de UAE Team Emirates.
Finalmente, con 100 kilómetros consumidos de este Tour de Flandes, por fin conseguía prosperar un corte, con Tim Merlier como corredor más reseñable.
Llegaba ahora sí la tranquilidad al pelotón, tras más de dos horas a tope en una carrera tan larga y dura. Momento de parar a atender necesidades varias o despojarse de las prendas de abrigo. Se acercaba el inicio de la interminable sucesión de muros que define la idiosincrasia del Tour de Flandes.
Poco duraría la tregua y rápidamente llegaba la labor de colocación de cara a la siempre delicada entrada al primer paso por Oude Kwaremont. En una de las múltiples maniobras que se suelen producir en esos momentos, el ciclista de Bahrain-Victorious Filip Maciejuk trataba de llegar a posiciones delanteras por la cuneta, sin percatarse que terminaba en una zona de hierba encharcada. Al pisar este terreno blando salía escupido hacia la calzada provocando una grave montonera que dejaba fuera de carrera a uno de los baluartes de Tadej Pogacar como era el belga Tim Wellens.
Rápidamente, a la vista de las imágenes, los jueces-árbitro descalificaban al polaco de Bahrain-Victorious quien, tras llegar al autobús, reconocía rápidamente su error y pedía sinceras disculpas a los afectados por la caída.
Sólo sirvió esto para retrasar el comienzo de las hostilidades hasta el siguiente punto habitual de referencia, el Molenberg. De camino hacia esta subida, varios movimientos intentarían anticiparse al presumible de los favoritos, entre ellos el del ex campeón del mundo Mads Pedersen. Todo esto, sumado a las caídas y al fortísimo ritmo desde el inicio nos dejaba una carrera con más de 100 km por delante y un reducidísimo pelotón principal en el que apenas aguantaban unos 40 ciclistas.
Con tan pocas unidades, seguramente vivimos una de las aproximaciones al Molenberg más tranquilas que podamos recordar. La subida, sin movimientos, era comandada por Matteo Trentin quien al coronar seguía abriendo gas y formaba un pequeño corte. Como suele ocurrir a menudo en este muro, el llano posterior suele ser más decisivo que el propio muro y esos pocos metros con los que coronaron comenzaron a ser cada vez más, sumándose a la cabeza corredores como Narváez, Asgreen, Powless, Wright, Kung o, nuevamente, Mads Pedersen.
Un corte muy serio que trataron de cerrar desde detrás pero sin demasiado ímpetu, por lo que la diferencia comenzaría a abrirse hasta más allá del minuto con rapidez. No habría reacción en el grupo de favoritoss en el subsiguiente tramo de transición en el que seguían encadenando muro como el Berendries, Valkenberg o el encadenado Berg ten Houte, Kanarieberg.
Con tanto nivel delante y los más de 3 minutos que tenían de ventaja, comenzaron a aparecer las dudas sobre el desenlace de la carrera ante la aparente pasividad de los favoritos en un mermadísmo grupo principal. Sin embargo, no era desidia sino mera sangre fría de cara a la parte definitiva de la carrera con el mágico enlazado de Kwaremont-Paterberg-Koppenberg.
Aproximación rapidísima y justo a la entrada del tramo UAE Team Emirates aceleraba violentamente para lanzar el ataque de Tadej Pogacar, al que trataba de seguir en primera instancia Tom Pidcock. Por detrá, un Van der Poel que seguía con el día torcido vuelve fallar en la colocación y no consigue responder mientras son Laporte y Van Aert quienes asumen el peso de la persecución.
Duro duelo en la persecución camino del Paterberg y, tras el mismo, Van Aert ordena a Laporte atacar quien, en solitario sí consigue neutralizar la ventaja de 20 segundos que llevaba el esloveno y seca su ataque para que acaben entrando Van der Poel, Van Aert y Pidcock. Unos movimientos que, a la espera de la batalla sobre los adoquines del Koppenberg, servían para reducir la ventaja de la fuga hasta dejarla en algo menos de minuto y medio.
Se repetía la jugada en el Koppenberg, con un Tadej Pogacar que sabía que sus bazas de victoria pasaban por llegar a meta en solitario, aunque esta vez, sus rivales estaban ya prevenidos y tanto Van Aert como Van der Poel conseguían cerrar bien el hueco, no así Tom Pidcock que claudicaba junto a Laporte, perdiendo cualquier opción de disputar la carrera. Los tres, en buena sintonía, comenzarían a remar para dar caza a la fuga.
Viendo que sus opciones disminuían ante lo que venía por detrás, Mads Pedersen decidía anticiparte poco antes de la subida al Kruisberg, otro de esos muros realmente duros, más por lo machacón de sus adoquines que por tener pendientes inhumanas, que a menudo, suele pasar desapercibido pese a no ser la primera vez que sirve para romper la carrera. Y también en este punto era Mathieu Van der Poel quien pasaba a la ofensiva con un violento cambio de ritmo que destapaba las debilidades de Wout Van Aert.
Se lanzaban así Van der Poel y Pogacar a la caza de los fugados a quienes neutralizaban poco antes del ascenso definitivo al Oude Kwaremont donde, al igual que en el anterior paso, Pogacar desataba toda su potencia para romper la carrera con un ataque descomunal que desarbolaba a Mathieu Van der Poel. Con facilidad atrapaba a Mads Pedersen y se lanzaba a por una victoria que ya desde ese momento era evidente que nadie le iba a poder arrebatar.
La persecución de Van der Poel en Paterberg y el llano final a meta fue inútil ya que el esloveno, crecido, no sólo mantuvo la ventaja sino que incluso era capaz de ampliarla. Mientras tanto, Van Aaert conseguía llegar al grupo de fugados que, sabedores de que se les había ido la carrera, comenzaban a pensar en disputar el tercer escalón del podio tras capturar ellos también a Pedersen.
Victoria inapelable, a lo grande, de Tadej Pogacar, que suma este Tour de Flandes a su colección de monumentos entre los que ya hay una Lieja-Bastoña-Lieja y 2 Il Lombardía. Si hay un corredor en el pelotón con posibilidades de lograr atesorar los 5 monumentos, sin duda es él, aunque tiene por delante los dos más complicados de ganar para un corredor de sus características como son París-Roubaix y Milán-San Remo. En todo caso, honor a un ciclista que nos ha devuelto a ese ciclismo de antaño en el que los grandes campeones salían no sólo a ganar, sino a tratar de arrasar en todas las carreras en las que tomaban parte, desde el mes de febrero hasta octubre, sin importar el tipo de prueba.
Segundo puesto agridulce para quién sin duda está llamado a ser el rey de Flandes. Con 2 victorias, 2 segundos puestos y un 4º como peor clasificación, el idilio entre Mathieu Van der Poel y Flandes es evidente, pese a que en esta edición tuvo que superar un montón de circunstancias que seguramente mermaron sus opciones de haber podido responder al ataque definitivo del esloveno.
Quedaba por dilucidar el tercer cajón del podio. Grupo numeroso formado por los restos de la fuga inicial y el corte del Molenberg y sprint lanzado desde lejísimos por un inconformista Mads Pedersen quién, en una volata de pura agonía contra Wout van Aert conseguía alzarse con una muy merecida tercera posición, en una carrera en la que ya conoció el podio en el año 2018.
Nos queda ahora una semana por delante para una nueva dosis de ciclismo de alta intensidad sobre las piedras de París-Roubaix, pero esa será otra historia.
Clasificación Tour de Flandes
- Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) 6h12’07’’
- Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) +16’’
- Mads Pedersen (Trek-Segafredo) +1’12’’
- Wout van Aert (Jumbo-Visma) m.t.
- Neilson Powless (EF Education-EasyPost) m.t.
- Stefan Küng (Groupama-FDJ) m.t.
- Kasper Asgreen (Soudal-QuickStep) m.t.
- Fred Wright (Bahrain-Victorious) m.t.
- Matteo Jorgenson (Movistar Team) +1’19’’
- Matteo Trentin (UAE Team Emirates) +2’49’’