Prueba de la Scott Addict eRIDE Premium, un bólido eléctrico
Desde la irrupción de las bicis con asistencia eléctrica, hemos vivido unos años de evolución y novedades a un ritmo vertiginoso. Las eBikes han ido encontrando hueco en diversas disciplinas, principalmente en el MTB, pero con dicha evolución van apareciendo motores y baterías cada vez más pequeños y ligeros muy acordes con las e-bikes de carretera. La Scott Addict eRIDE Premium es una de estas nuevas bicicletas eléctricas de carretera avanzadas y hemos podiso probarla.
Scott Addict eRIDE Premium, dispuesta a derribar barreras
El concepto con el que Scott pretende pisar con fuerza en el mercado de las E-bikes de carretera consiste en una bici realmente ligera y con una integración de motor y batería que, a no ser que tengas un ojo clínico, tendrás que mirarla más de una vez hasta darte cuenta de que esta bici no es como las demás. De hecho, tiene la estética y gran parte del montaje de su hermana Addict RC Pro y a primera vista cuesta distinguirlas.
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Apuesta por un motor integrado en el buje trasero, en concreto un motor Mahle ebikemotion X35 de diseño español que otorga una potencia de 250 vatios y un par máximo de 40 Nm. Esto es, aproximadamente la mitad de potencia de lo que suelen tener la mayoría de E-MTB. Como veremos más adelante esta elección es de lo más acertada ya que se gana mucho en ligereza y no es para nada necesaria la tremenda potencia de esos motores más pesados en este concepto de bici.
La batería está integrada en el interior del tubo diagonal, siendo este tubo de unas dimensiones bastante contenidas. Esta batería tampoco tiene una gran capacidad con sus 250Wh, pero encaja a la perfección en este concepto ya que el motor tampoco demanda tanta energía como en otras bicicletas eléctricas y también veremos en la prueba que nos da para mucho más de lo esperado.
De todas formas si queremos afrontar rutas largas disponemos de una batería extra que podemos montar en un soporte alojado donde iría el segundo portabidón.
Debajo de este segundo portabidón, cerca del pedalier se encuentra ubicado el puerto de carga.
El control de la asistencia lo tenemos ubicado en la parte delantera del tubo superior. Se trata del controlador iWok ONE, que nos permite con un solo botón, cambiar el nivel de asistencia.
Con cada pulsación vamos pasando de un modo a otro y el contorno del botón se ilumina con diferentes colores en función de la asistencia elegida. Tenemos cuatro colores que corresponden a cuatro modos, siendo uno de ellos el de asistencia desactivada (no es necesario apagar el sistema si quieres rodar momentáneamente sin asistencia).
Tras cada pulsación, como hemos dicho, la luz nos indica el nivel de asistencia, pero un instante después la luz pasa a indicarnos el nivel de batería que tenemos. También con cuatro colores en función del nivel. Además, cuando bajamos del 15% comienza a parpadear y por debajo del 10% el parpadeo es más rápido. De forma que con una simple luz tenemos información suficiente de la batería restante.
De todas formas tenemos la opción de utilizar la app Ebikemotion donde podemos ver el porcentaje exacto de batería que tenemos. Allí también podemos personalizar los niveles de asistencia. Y una opción que nos ha parecido interesante es la de autoasistencia, que podemos utilizar si vinculamos nuestro monitor de ritmo cardiaco a la aplicación, y de esta forma podemos obtener una asistencia que varía automáticamente en función de nuestras pulsaciones.
Todo este conjunto de motor, batería, puerto de carga, mando y cableado anuncia un peso de 3,5 kg, lo que da la posibilidad de diseñar una bici bastante ligera como tenemos entre manos.
Fibras HMX y montaje de lujo para la Scott Addict eRIDE Premium
Scott ha apostado fuerte para que su E-bike estrella tenga las mejores prestaciones.
El cuadro y la horquilla están construidos con las exclusivas fibras HMX de Scott, reservadas a los modelos de alta gama, buscando con ello tener el mejor compromiso entre ligereza y rigidez. Se ha diseñado con el cableado totalmente interno, siendo su resultado estético sobresaliente.
Del montaje destaca su conjunto de potencia y manillar Syncros Creston IC SL, con atractivas formas que, a la vez que lo hacen muy cómodo, permiten el cableado oculto hasta la dirección.
Viene equipada con llantas de carbono Syncros Capital 1.0 40e Disc, que junto a los neumáticos Schwalbe PRO ONE Microskin TL-Easy de 30mm de anchura, permiten el montaje sin cámaras y ganar mucho en comodidad y protección frente a pinchazos, algo de gran importancia debido a que el desmontaje de la rueda trasera es algo más complejo que en una bici estándar.
Y para completar el conjunto tenemos nada más y nada menos que el grupo Shimano Dura-Ace Di2.
Nuestra bici de pruebas en talla 54 nos ha dado en la báscula una cifra de 10,97 kg incluyendo el portabidón con su multiherramienta Syncros, y en caso de añadir la batería extra con su soporte habría que sumar 1,66 kg extra. Esta cifra nos parece realmente contenida tratándose de una bici asistida.
Rodando con la Scott Addict eRIDE Premium
Cuando nos subimos por primera vez a esta bici nos quedó clara una cosa. El que quiera una bici para no sufrir y pasearse por cualquier tipo de ruta sin sudar se equivoca de bici.
La asistencia del motor es limitada, no se parece a las E-MTB que abundan hoy en día donde se siente una gran empuje y al máximo nivel parece que vas en moto. De eso nada.
En el primer nivel de asistencia la ayuda es muy sutil, permite que en las aceleraciones o subidas leves no notemos el peso extra del sistema.
El nivel intermedio ya es algo más palpable, permite rodar con cierta “alegría” aunque el terreno sea ascendente.
Y en el nivel máximo tenemos una asistencia que nos ayuda bastante a superar esas pendientes que normalmente se nos “atragantan”, pero nada de subir por cualquier pendiente a 25 km/h como si fuéramos profesionales.
El motor es realmente silencioso. Tan solo en el nivel máximo de asistencia y circulando por asfalto totalmente liso se puede llegar a escuchar un mínimo zumbido.
Una cosa que nos inquietaba antes de probar la bici era cómo se notaría el hecho de desactivarse el sistema al alcanzar los 25 km/h y la verdad es que no se nota nada. La asistencia va disminuyendo suavemente cuando te acercas a la velocidad y realmente no se nota el momento exacto en el que dejas de tenerla.
Por otro lado, rodar con el motor desactivado, ya sea por ir por encima de esos 25 km/h o por llevarla apagada no tiene ningún tipo de lastre ni rozamiento. La diferencia con respecto a rodar con una bici de carretera normal son solo esos 3 o 4 kilos de más.
Como hemos comentado anteriormente el control de la asistencia lo tenemos en el mando iWok ONE, ubicado en el tubo superior. Esto nos deja el manillar limpio de botones, como una bici tradicional, pero tiene el inconveniente de tener que soltar una mano siempre que queramos cambiar el modo. Además, el hecho de tener un solo botón hace que solo se pueda cambiar de modo en sentido ascendente, de modo que para bajar la asistencia tenemos que hacer varias pulsaciones hasta llegar al modo deseado.
En cuanto a la autonomía, como hemos dicho, nos ha dado para mas de lo esperado con su batería de 250Wh, siempre y cuando no la llevemos siempre con la máxima asistencia, cosa que, aparte de derrochar batería, no le encontramos sentido.
En las salidas que hemos hecho usando la asistencia de la manera que nos ha parecido más lógica, es decir, usando el nivel bajo (verde) la mayor parte del tiempo, el intermedio (naranja) en pendientes medias, y reservando el nivel rojo para las rampas más duras, hemos acumulado entre 950 y 1200 metros de desnivel, llegando a casa con alrededor de un 25% de batería restante. Hablamos de desnivel porque en los kilómetros realizados en llano si superas los 25 km/h no se gasta batería y por tanto no es una buena referencia.
En caso de querer hacer rutas con mayor duración y desnivel tenemos la opción de montar una batería extra que nos aporta otros 208Wh e iría ubicada en los soportes del segundo portabidón.
La posición es muy cómoda sobre ella. Tiene una geometría de resistencia, aunque su tubo de dirección es contenido con sus 145mm en talla 54. La única diferencia palpable con respecto a los modelos normales es la longitud de sus vainas de 422 mm, algo más largas de lo normal.
En marcha, a pesar del peso, se siente ágil. Y su rigidez hace que pedaleando de pie se note la transmisión de energía a la rueda, incluso sin asistencia.
En las bajadas, se nota el aplomo que le da el extra de peso, obviamente no tiene la agilidad y nervio de una ultraligera pero a cambio otorga mucha confianza cuando trazamos curvas con velocidad.
Al margen del motor, el funcionamiento de la bici es exquisito. El Shimano Dura-Ace Di2 es una maravilla. Solo le encontramos una pega, y es que con guantes de neopreno en invierno, la falta de tacto hace difícil a veces distinguir cada pulsador, pero es cuestión de acostumbrarse.
Lo que más nos ha impresionado son los frenos que, con discos de 160mm en ambas ruedas, tienen una potencia que roza lo excesivo. Haciendo muy poca fuerza en la maneta podemos detener la bici rápidamente, pero hay que andarse con ojo cuando surge algún imprevisto y evitar frenar de manera repentina porque podemos bloquear con facilidad.
Nos ha parecido todo un acierto la elección de neumáticos de 30mm, que además, permiten montaje sin cámara. Ganamos muchísimo en comodidad y nos olvidamos de posibles pinchazos por pellizco de la cámara.
¿Para quién es la Scott Addict eRIDE Premium?
Esta pregunta normalmente tratamos de responder en las conclusiones finales de cada prueba, pero este es un caso especial. Se trata de un concepto de bici que muy poca gente ha probado aún y al que gran parte de los ciclistas son escépticos e incluso reticentes. Y lo son por dos motivos: Por un lado, al igual que en MTB, no todos ven con buenos ojos la inclusión de un motor en una bici, aunque esto ya esta bastante superado. Y por otro lado están las dudas de la utilidad que puede tener en carretera teniendo en cuenta que la asistencia se corta cuando se superan los 25 km/h.
Nosotros durante la prueba hemos tratado de resolver estas dudas y tratar de ver qué tipo de ciclista es el que se beneficiaría de una bici como la Scott Addict eRIDE Premium.
Para el ciclista que viva en un entorno con bastantes desniveles y se vea algo limitado en cuanto a sus posibilidades de hacer ciertos recorridos, o simplemente pretenda hacer más kilómetros y más desnivel en sus rutas, desde luego es la bici ideal.
También es ideal para el ciclista al que le cuesta seguir el ritmo de su grupeta en ciertas subidas.
Pero hay que tener en cuenta que en el llano no solo no te ayuda sino que llevas un pequeño lastre de peso, que no es excesivo pero está ahí.
Además de los casos mencionados también nos parece una gran herramienta para ciclistas que se encuentren haciendo entrenamiento de base y no tengan carreteras llanas en su entorno. Con la Scott Addict eRIDE Premium podrán controlar la intensidad de su entrenamiento aunque el terreno tenga ciertos desniveles.
Conclusiones
Hemos disfrutado en nuestras pruebas de una bici que nos ha permitido divertirnos y hacer algo diferente. Hemos hecho rutas que no hacemos habitualmente ya que la Addict eRIDE te permite llegar más lejos y acumular más desnivel.
Las sensaciones son muy parecidas a ir con una bici de ruta normal, el pedaleo es exactamente igual de natural y, de hecho, hemos llegado a casa más de un día con “dolor de patas”.
El ciclista que, o bien por sus circunstancias necesite un pequeño extra de ayuda, o bien pretenda llegar mas lejos y explorar rutas exigentes, tiene en la Scott Addict eRIDE Premium una herramienta perfecta.
Este modelo es el tope de la gama y su precio es de 9499€, pero la gama no empieza y acaba en este modelo. Scott ofrece en su catálogo tres modelos de Addict eRIDE además de un modelo de mujer Contessa Addict eRIDE.
El precio de entrada a la gama es de 4549€ con el modelo Addict eRIDE 20 montado con una combinación de Ultegra y 105 y anunciando un peso total de 12 kg, que nos sigue pareciendo contenido para ser una E-bike.
Los modelos Addict eRIDE 10 y Contessa Addict eRIDE 10 comparten grupo Ultegra Di2 y un montaje similar a un precio de 6499€.
Scott Addict eRide Premium. Especificaciones y precio
- Cuadro: Addict eRIDE Disc HMX
- Horquilla: Addict eRIDE HMX Flatmount Disc
- Motor: Transmisión en buje Mahle X35, par máximo 40Nm
- Batería: Mahle 36V 250Wh + bateria xTra Power 36V 208Wh
- Cambio: Shimano Dura-Ace Di2
- Desviador: Shimano Dura-Ace Di2
- Mandos: Shimano Dura-Ace Di2
- Bielas: Shimano Dura-Ace 50x34 dientes
- Cadena: Shimano Dura-Ace
- Cassette: Shimano Dura-Ace 11-30
- Frenos: Shimano Dura-Ace
- Manillar: Syncros Creston IC SL
- Tija: Syncros Duncan SL Aero
- Sillín: Syncros Belcarra Regular 1.0
- Ruedas: Syncros Capital 1.0 40e Disc 24/32 radios
- Neumáticos: Schwalbe PRO ONE Microskin, TL-Easy, 700x30c
- Precio: 9499€
SCOTT ADDICT eRIDE