Probamos la Scott Foil 10, pura velocidad
La Scott Foil 10 no deja indiferente a nadie. Tras más de 10 años del lanzamiento de su primera versión y con un palmarés envidiable, este modelo sigue siendo una de las bicis más codiciadas entre todos los que buscan una bici muy rápida. Hemos tenido ocasión de probarla a fondo y aquí os contamos nuestras impresiones sobre ella.
Scott Foil 10, una pura aero que ha demostrado ser muy polivalente
La Scott Foil no es una bici aero de tubos perfilados que solo buscan una estética llamativa, todo su desarrollo va enfocado a ofrecer las mejores prestaciones. Para la construcción del cuadro utilizan un diseño de perfil aerodinámico con la tecnología F01 de Scott, basada en perfiles truncados, como viene siendo habitual últimamente. Con esta tecnología ya se han ganado multitud de carreras, incluyendo clásicas como la París-Roubaix, lo cual habla muy bien de la polivalencia de este modelo.
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En esta última versión han incluido el guiado interno de cables, incluso para grupos mecánicos, mejorando aún más la aerodinámica y consiguiendo una estética muy limpia. El tamaño sobredimensionado en la parte de la dirección, además de albergar el cableado, otorga una gran rigidez y la integración entre la horquilla y el cuadro está muy bien conseguida, lo que hace que mejore en el aspecto aerodinámico. Buscando también una mayor rigidez en la zona del pedalier se opta por una caja PF86 para que el tubo diagonal conecte con la mayor anchura posible.
Pero todo no es rigidez en el diseño de un buen cuadro y la parte trasera de la Scott Foil 10 es clara muestra de ello. La conexión de los tirantes con el tubo de sillín es más baja y dichos tirantes tienen un diseño realmente delgado a fin de favorecer la flexibilidad vertical, de manera que la Foil filtre en cierta medida las irregularidades de las carreteras.
El cuadro de la Scott Foil 10 está lleno de detalles de calidad como el anclaje de la tija de sillín perfectamente integrado, o el diseño de sus punteras traseras con una entrada en forma de rampa para la colocación de la rueda trasera y así facilitar los cambios de rueda en competición.
En cuanto a la geometría de este cuadro es bastante equilibrada y es que, cuando algo funciona mejor no alterarlo demasiado. En la talla 54 que hemos probado ofrece un tubo horizontal de 550 mm dando como resultado un reach de 388,9 mm, medida que aunque esté enfocada al rendimiento, no es excesivamente incómoda. Sus ángulos de 72,5º en la dirección y 73,6º en el tubo de sillín, para la talla probada, buscan ese equilibrio que da como resultado una bici estable pero conservando la agilidad necesaria para conducirla bien en curvas.
Montaje de primer nivel para la Scott Foil 10
Sin ser el modelo Foil 10 el tope de gama y, aunque no se puede decir que sea una bici económica con sus 5.999 € de PVP, lo cierto es que teniendo en cuenta la diferencia de precio con sus hermanas mayores el montaje que tenemos ante nosotros es impresionante. Para empezar comparte con las topes de gama el exclusivo manillar Syncros Creston IC SL con guiado de cables interno hasta la dirección y un diseño ergonómico realmente conseguido. También presume la Foil 10 de las espectaculares ruedas Syncros Capital 1.0 50 Disc. Sus llantas de carbono con altura de 50mm tienen perfil en U y 21mm de anchura interna, conforme a las tendencias actuales.
Sobre las mencionadas llantas van montados unos neumáticos Schwalbe ONE con una anchura de 28 que, unido al generoso ancho interno de la llanta otorga un balón considerable.
Una mención especial merece el sillín Syncros Belcarra V-Concept 2.0 que tiene un diseño que encaja a la perfección en esta bici. La parte delantera es algo más ancha de lo habitual, permitiendo pedalear adelantado cuando se va acoplado en posición aerodinámica. Además sus 140 mm de anchura y su forma nos ha parecido anatómicamente perfecto, aunque ya sabemos que esto es cuestión de preferencias personales y a cada ciclista le puede ir bien un tipo de sillín u otro.
Sram Force AXS. La Scott Foil 10 “pasa” de cables
El montaje de esta espectacular bici se completa con el exclusivo grupo Sram Force AXS, cuyo funcionamiento electrónico e inalámbrico es de lo más avanzado tecnológicamente. Con su cassette de 12 coronas, Sram ha modificado las típicas combinaciones de desarrollos, ya que, debido al amplio rango que puede ofrecer la piñonera que, en este caso es de 10/33, se opta por bielas con un salto entre platos de tan solo 13 dientes (en este caso monta platos 35/48).
Esta característica hace que realicemos menos cambios de plato ya que se apura más el 48 antes de necesitar cambiar al plato pequeño y viceversa. Además, como la diferencia entre platos es de 13 dientes en lugar de los típicos 16 de un 34/50 o un 36/52, cuando cambiamos no hay que compensar con tantas coronas para seguir con la cadencia adecuada.
Rodar tranquilo con la Scott Foil 10 es casi imposible
Al subirnos a la bici lo primero que percibimos es una sensación de solidez. Estamos ante una bici muy rígida y compacta.La posición sobre ella no es tan exigente como nos esperábamos, debido en parte a que de serie trae varios espaciadores bajo la potencia. Quitando estos espaciadores sí que puede quedar una posición realmente racing. La Scott Foil 10 no destaca especialmente en el tema del peso ya que en nuestra báscula sin pedales ha arrojado una cifra de 8.060 g. Por ello las aceleraciones con esta bici no son tan fulgurantes como con otros modelos más ligeros. El punto fuerte de la Foil es mantener altas velocidades de crucero. En estas situaciones la bici es una delicia ya que rueda con mucha facilidad y es muy silenciosa. En carreteras con buen firme tan solo se oye un leve zumbido que es típico de las llantas de carbono de alto perfil que nos parece una maravilla.
Cuando el terreno va picando hacia arriba, la Foil se sigue defendiendo muy bien y es fácil mantener la velocidad, y cuando toca ponernos de pie en alguna rampa más empinada la gran rigidez de la bicicleta nos ayuda a transmitir muy bien cada impulso a la rueda. En puertos largos sí que penaliza un poco el mayor peso respecto a versiones escaladoras.
En las bajadas, la Foil también saca a relucir unas cualidades más que sobresalientes. Su geometría la convierte en una bici dócil y estable pero con la agilidad necesaria para enlazar curvas con facilidad. También ayuda en este aspecto la rigidez general antes comentada y los excelentes frenos de disco Sram Force con rotores de 160mm en ambas ruedas. El tacto y la potencia de estos frenos nos da un plus de confianza en cualquier situación.
Y continuando con el Sram Force, la Foil 10 lo monta completo en su versión AXS, lo cual le da a esta bici un plus ya que se trata posiblemente de la tecnología más avanzada en lo que a grupos se refiere. Los grupos AXS de carretera tienen la particularidad de que solo tienen un pulsador en cada maneta, con lo cual es imposible equivocarte de botón al pulsar. El pulsador izquierdo sube a una corona más grande y el derecho baja coronas. Para cambiar de plato se pulsan ambos pulsadores al mismo tiempo. Una vez acostumbrados es bastante intuitivo.
Además de la forma estándar de cambiar, mediante la App AXS podemos configurar lo que Sram llama “Cambio mejorado”, que viene a ser un sistema automático o semiautomático para el cambio de platos. Tenemos la opción de que el cambio de platos se realice automáticamente a partir de una determinada corona, o la opción de que cuando nosotros cambiemos de plato se realice una compensación de una o dos coronas para que no haya un cambio brusco de cadencia. La opción de cambio mejorado, tal como la hayamos configurado, la podemos activar o desactivar pulsando un botón.¿Y cómo funciona el Sram Force AXS? Pues de una manera impecable. Los cambios son muy nítidos y algo menos silenciosos que con un Shimano Dura-Ace por ejemplo. Es cierto que este grupo requiere ser meticuloso a la hora de instalar el desviador en su posición, pero una vez colocado correctamente tenemos precisión garantizada.
Conclusiones finales
Tras varias semanas exprimiéndonos sobre esta bici, y es que la Scott Foil 10 te incita a ello, nos queda claro que estamos ante una bici realmente versátil. Está claro que su fuerte es el rodaje a altas velocidades, pero también es una bici cómoda cuando el terreno no está en muy buenas condiciones, gracias al diseño de su cuadro y a sus neumáticos de 28.
En las bajadas otorga una seguridad muy notable y tan solo en grandes puertos notamos que le sobran algunos gramos (siempre comparándola con bicis escaladoras de gama alta).También juega muy a favor de esta bici su grupo Sram AXS, cuyo funcionamiento nos ha gustado mucho, y la estética vanguardista que le da la integración de sus componentes y sus líneas aerodinámicas. Además, aunque no se trate de una bici económica, sí que ofrece grandes prestaciones en relación a su precio.
Scott Foil 10 Disc: especificaciones y precio
- Cuadro: Foil Disc HMF
- Horquilla: Foil Disc HMX
- Cambio: Sram FORCE eTap AXS
- Desviador: Sram FORCE eTap AXS
- Manetas: Sram FORCE eTap AXS HRD
- Pedalier: Sram FORCE 48/35
- Cazoletas: Sram DUB PF road 86,5
- Cadena: Sram FORCE
- Cassette: Sram FORCE 10-33
- Frenos: Sram FORCE HRD flatmount
- Manillar: Syncros Creston IC SL
- Tija: Syncros Duncan 1.0 Aero
- Sillín: Syncros Belcarra V-Concept 2.0
- Ruedas: Syncros Capital 1.0 50 Disc
- Neumáticos: Schwalbe ONE Race-Guard 700x28C
- Precio: 5.999€
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