Probamos las nuevas SCOTT Solace eRIDE de gravel y carretera
La SCOTT Solace e-Ride se acaba de presentar y con ella SCOTT inaugura otro segmento dentro de su división de e-Bike. Lo hace con dos variantes dentro del mismo modelo, una versión de carretera y una gravel, ambas con una geometría similar a su hermana Addict y pensadas para pasar horas sobre ellas.
Hasta ahora si querías tener una bicicleta con las mismas medidas de geometría que una gravel muscular tenías que decantarte por una e-gravel acompañada de un motor en el buje trasero, ahora eso cambia por completo al entrar al mercado esta Solace e-Ride. Poder contar con el motor central TQ cambia las reglas del juego y SCOTT ha sabido sacarle todo el partido para desarrollar una e-gravel sin precedentes.
Probamos las SCOTT Solace e-Ride en un ambiente “gravelero”
De nuevo nos encontrábamos en Massa Marittima. Hasta allí fuimos para vivir de cerca la presentación de la SCOTT Solace Gravel e-Ride, pero no venía sola, allí también nos encontramos con su versión road, que pudimos probar al día siguiente.
A lo largo de tres rutas repartidas en dos jornadas de pruebas pudimos comprobar de primera mano el comportamiento de la SCOTT Solace e-Ride en diferentes terrenos y situaciones, a la vez que disfrutamos de los paisajes y atardeceres de la Toscana italiana.
RECOMENDADO
Si ya nos pareció un lugar espectacular para la práctica del MTB, las carreteras y el terreno para gravel no decepcionaron a ninguno de los asistentes.
Los modelos que tuvimos la posibilidad de probar fueron la SCOTT Solace Gravel e-Ride 10 y la SCOTT Solace e-Ride 10, los dos modelos más altos de gama del catálogo de la marca, dos e-Bike que sin duda darán que hablar en sus respectivos segmentos.
Más rápida de lo que esperábamos
La primera sesión a los mandos de la Solace Gravel daba comienzo después del mediodía con unos ligeros ajustes de altura de sillín y presión de neumáticos. No íbamos a encontrar un terreno muy duro en cuanto a subidas y desnivel, pero si de lo más variado.
Salimos por carretera, con un ritmo alegre desde el principio. Desde un primer momento quedábamos sorprendidos por como se lanzaba a pesar de tener aun la asistencia apagada. Se ha conseguido un conjunto de cuadro, componentes y parte eléctrica muy liviano y ello se transmite en forma rapidez. Una velocidad impropia de bicicletas enfocadas a pasar horas en ruta.
Con solo unos kilómetros rodados ya parecía que llevásemos toda una vida sobre ella. Fue muy fácil adaptarnos a la Solace. La posición sobre ella es más racing de lo que puedas esperar de una bicicleta gravel/endurance, pero para nada resulta incómoda ni forzada. De hecho como decimos, solo nos costó unos minutos hacernos a ella.
Se nota la esencia Addict Gravel
SCOTT ha tomado como referencia a la Addict Gravel y su geometría, el modelo estrella del catálogo de gravel en SCOTT. Si algo funciona solo es cuestión de adaptarlo. Como decíamos nos ha parecido una geometría más racing de lo que esperábamos de la Solace. No obstante, sus números son muy equilibrados y eso se nota en el funcionamiento.
El ángulo de dirección de 71° en la talla M y una distancia entre ejes 10 mm mayor, nos transmitieron estabilidad y control en los terrenos más complicados. Esa mayor distancia se debe a que las vainas han crecido 10 mm para optimizar el reparto de pesos y poder albergar neumáticos de 50C.
Un reach de 387 mm, más largo de lo habitual en este tipo de bicis, se combina con potencias más cortas para obtener una posición de conducción cómoda y que ofrezca buen rendimiento. A esto le sumamos un ángulo del tubo del sillín de 73,5° para garantizar una buena transferencia de la potencia de pedaleo.
En resumen, una geometría equilibrada, que nos pareció a medio camino entre un gravel rápido y un gravel aventurero.
Manejabilidad en todas las situaciones
Las primeras sendas fueron toda una sorpresa para nosotros, no nos imaginábamos la soltura con la que se movía en terrenos más apropiados para la práctica del MTB. Los neumáticos Schwalbe G-One Overland EVO en ancho 50C dan un apoyo y confort extra. Son más aptos para el fuera pista que para el asfalto, aun así no son un lastre a la hora de rodar con ellos.
Hicimos varios tramos de senderos estrechos y ratoneros, en ellos quedó patente su maniobrabilidad en las zonas más lentas y reviradas. Aquí es donde más se nota el trabajo que hay detrás del motor TQ, ya que su entrega de potencia es muy sutil y no interferir en nuestra conducción.
SCOTT ha dado una configuración de serie diferente para esta bicicleta. A diferencia de la e-MTB, en la Solace no es necesario tener un golpe de pedal intenso para sortear obstáculos más complejos. En este caso se ha optado por una entrega de potencia más suave, que disimula la asistencia eléctrica.
Por supuesto, se cuenta con tres modos asistencia y aunque el modo ECO fue el más usado en nuestras rutas, siempre sabíamos que contábamos con el MID y HIGH para sacarnos de cualquier apuro.
Silencio absoluto
Los tres niveles de intensidad son muy silenciosos, característica que resalta en los motores TQ por encima de cualquier otro del mercado. En las pruebas de la Lumen os contábamos como ese casi imperceptible ruido que desprende al funcionar se veía amplificado por el volumen del tubo vertical, necesario para albergar el amortiguador. En la Solace sin embargo, esta zona es más delgada ayudando así a mantener el nivel de sigilo.
Quizás en las rutas de gravel o carretera, la ausencia de ruido provenientes del motor se agradece un poco más. En estas modalidades los neumáticos no emiten tanto ruido al rodar como los de una MTB, con lo cual que todo se mantuviese en silencio durante nuestras rutas mejoraba la experiencia.
La versatilidad es uno de sus puntos fuertes
En el segundo recorrido nos encontramos con algo más de desnivel y en el que se incluyeron algunas bajadas técnicas, sin grandes complicaciones. Para las subidas cuanta con un desarrollo equilibrado, con plato de 42T y corona de 44T, que podría quedar corto para una bicicleta muscular en las subidas más exigentes, pero que para la Solace fue más que suficiente al contar con la ayuda del motor. No olvidemos que aunque la configuración de la asistencia es más suave, se sigue contando con toda la potencia en el modo HIGH.
De lo que más nos llamó la atención fue la soltura con la que podíamos moverla en las zonas técnicas. Nos permitía afrontar cada bajada con confianza, incluso ir rápido si seguíamos la línea correcta. Los neumáticos de 50C ayudaban a absorber parte de las irregularidades del terreno, siendo un factor importante dentro de la configuración de la Solace.
En pistas abiertas nos permitió rodar a velocidades altas con comodidad. Cuando se rebasaba el límite de 25 km/h y el motor cortaba la asistencia, pudimos seguir pedaleando con soltura sin notar sensación de quedarnos estancados, incluso es fácil aumentar la velocidad unos km/h más.
La versión Road transmite confianza y muestra las bondades del motor TQ
La jornada siguiente de pruebas estuvo marcada por la ocasión de probar la versión road de la Solace, fue algo que no teníamos en mente pero aprovechando que contaban con varias unidades pudimos salir a hacer unos kilómetros con ella.
Nos enfrentamos a un recorrido con dos puertos, de una distancia media, en los que pudimos comprobar como trabajaba el motor TQ en estas situaciones. La versión road mantiene la misma configuración de los ajustes del motor que la gravel. La entrega de potencia es sostenida y acompasada a nuestra pedalada, manteniéndose estable si no variamos la cadencia. En las subidas de carretera, en las que cualquier variación se aprecia fácilmente, buscamos movernos en ese límite de los 25 km/h para comprobar la entrada y salida de la asistencia. Ese aspecto está bien conseguido por parte de TQ y SCOTT, ya que se hace de manera tan natural que a la mínima que nos despistamos íbamos rodando por encima del límite sin darnos a penas cuenta.
Mantener la rigidez en la zona del pedalier era todo un desafío, ya que el cuadro en esa zona está prácticamente abierto para albergar el motor. Sin embargo, podemos dar fe que se ha conseguido con creces. Siguiendo con la línea de trabajo de dividir la bicicleta en dos partes, una de confort y otra de esfuerzos, han conseguido que la parte inferior tenga valores de rigidez cercanos a los de la Addict Gravel y eso se nota a la hora de realizar aceleraciones.
En las bajadas saca a relucir la confianza y el aplomo con los que se desenvuelve, unidos a unos neumáticos de 38C hicieron que nuestros descensos fuesen rápidos y de lo más divertido. Te permite arriesgar en curvas gracias a su manejabilidad, además sabiendo que se tiene un extra de apoyo todo es más fácil.
Rodando en el llano se defiende con soltura. Puede dar la sensación de ser lenta por la dimensión de los neumáticos, sin embargo se han combinación con las llantas Zipp 303 Firecrest Carbon de 40 mm de perfil para mejorar la aerodinámica y minimizar esa resistencia. Además, al no llevar sobre ella una posición demasiado relajada, permite acoplarte al manillar para reducir la exposición al viento.
La ligereza mejora la autonomía
En cuanto a la autonomía de la batería de 360 Wh, en esta bicicleta es más difícil si cabe dar una estimación, ya que además del factor recorrido y desnivel entra en juego el bajo peso y la posibilidad de pedalear con la asistencia apagada. El motor apenas tiene arrastre y se puede pedalear por encima de 25 km/h sin tener sensación de ir frenado, con lo cual esto supone un ahorro de batería. Aun así, estos modelos vienen de serie con el Range Extender de 160 Wh, que amplía hasta en un 50% la autonomía de la Solace. Se coloca de forma sencilla sin herramientas en el tubo vertical, quedando este peso extra centrado para no interferir en las sensaciones de conducción.
Cuando usamos el Range Extender pudimos comprobar cómo, una vez se agotaba y realizaba el cambio a la batería interna, se hacía de una manera automática y lo único que percibimos fue una sensación similar a cuando el motor cortaba y entraba tras pasar por los 25 km/h.
Existe la posibilidad de realizar ajustes del motor a través de la App de TQ, por lo que también será un factor a tener en cuanta a la hora de optimizar el consumo o maximizar la potencia, en base a la ruta que deseemos hacer. Desde esta App también podemos variar el orden de las pantallas mostradas o ampliar o reducir campos de datos, aunque los que incorpora de serie nos pareció una configuración acertada.
Máxima integración
La integración de todos los componentes es ya un requisito consolidado en todas las nuevas bicicletas que se lanzan al mercado. En el caso de la SCOTT Solace tiene una integración brillante.
Todo está pensado para conseguir una estética limpia, apartando de la vista aquello que no queremos ver. Ya no solo el cableado, que por supuesto es interno en todo su recorrido, tanto los cables mecánicos como los eléctricos. Sensor de velocidad, pantalla de control, anclajes de guardabarros… todo queda perfectamente ubicado y mimetizado con el cuadro.
Cuanta con el sistema Smart box de TQ, ubicado en el interior del tubo horizontal, que permite añadir conectividades adicionales tales como luces o la batería del AXS.
El cockpit formado por el Syncros Creston iC SL X está completamente limpio de cualquier otro componente, pero hay algo que hemos echado en falta en la Solace, no hay un control remoto para los modos del motor. Es algo que a nuestro parecer es sencillo de disimular en cualquier parte del manillar y que gracias a él evitaríamos tener que soltar una mano para modificar la asistencia desde la pantalla ubicada en el tubo horizontal.
Conclusión
La SCOTT Solace e-Ride ha llegado para complementar la experiencia de los graveleros más experimentados o incluso para servir de introducción a nuevos usuarios.
Destaca por su maniobrabilidad en zonas reviradas y la confianza que da en bajadas rápidas o cuando el terreno se vuelve un poco más complicado. No es perezosa en subidas y te permitirá pedalear con total naturalidad cuando decidas usarla sin asistencia o sobrepases los 25 km/h.
Usa componentes normales con lo cual te permitirá configurarla a tu antojo, además da la posibilidad de cambiar las ruedas y darle uso en carretera, aunque también cuenta con versión road. Vine equipada con diferentes puntos de anclajes para guardabarros, luces o accesorios de bikepacking.
En definitiva, con esta Solace e-Ride, podrás disfrutar del gravel o el asfalto a otro nivel.
Especificaciones SCOTT Solace Gravel e-Ride 10
- Cuadro: Solace Gravel eRIDE Disc HMX.
- Horquilla: Solace Gravel eRIDE HMX.
- Bielas: SRAM X-SYNC, 42T 110 BCD.
- Cambio: SRAM FORCE XPLR eTap AXS, 12v.
- Manetas: SRAM FORCE eTap AXS HRD Shift-Brake System.
- Frenos: SRAM FORCE eTap AXS, Flatmount, discos CenterLine XR 160 mm.
- Cadena: SRAM FORCE
- Cassette: SRAM XPLR XG1251, 10-44
- Ruedas: Zipp 303 Firecrest Carbon, tubeless disc-brake.
- Neumáticos: Schwalbe G-One Overland EVO, 700x50C
- Manillar: Syncros Creston iC SL X, Carbon combo
- Tija: Syncros Duncan SL Aero
- Sillín: Syncros Tofino Regular 1.0 Cutout
- Motor: TQ HPR50 Mid Motor drive 50Nm max
- Batería: TQ Internal 360Wh + xTra Power Bottle Cage Battery 160Wh
- Display: TQ HPR, Bluetooth ANT+/ Dedicated Smartphone app
- Precio:
Especificaciones SCOTT Solace e-Ride 10
- Cuadro: Solace Gravel eRIDE Disc HMX.
- Horquilla: Solace Gravel eRIDE HMX.
- Bielas: FSA eBike 50-34.
- Cambio: Shimano Dura-Ace Di2 FD-R9250
- Desviador: Shimano Dura-Ace Di2 FD-R9250
- Manetas: Shimano Dura-Ace ST-R9270.
- Frenos: Shimano BR-R9270, Flatmount, discos Shimano RT-CL800 160 mm.
- Cadena: Shimano Dura-Ace CN-M9100-12
- Cassette: Shimano Dura Ace CS-R9200-12, 11-34
- Ruedas: Zipp 303 Firecrest Carbon, tubeless disc-brake.
- Neumáticos: Schwalbe PRO ONE EVO Super Race, 700x38C
- Manillar: Syncros Creston iC SL, Carbon combo
- Tija: Syncros Duncan SL Aero
- Sillín: Syncros Belcarra Regular 1.0
- Motor: TQ HPR50 Mid Motor drive 50Nm max
- Batería: TQ Internal 360Wh + xTra Power Bottle Cage Battery 160Wh
- Display: TQ HPR, Bluetooth ANT+/ Dedicated Smartphone app
- Precio: