Tipos de bicis según su material de construcción
Hasta hace unos 30 años, si ibas a comprarte una bici, cualquier bici, el cuadro sería indefectiblemente de acero. Tendrías varias opciones de aleaciones, eso sí (inoxidable, niobio, el famoso cromoly...), pero nada que se saliera de ahí. Sin embargo, desde entonces, las cosas han cambiado mucho, y si hoy estás en proceso de adquirir una, te verás enfrentado a una primera decisión clave: ¿de qué material? Pues, si es tu caso, aquí tienes una guía de todos los materiales con los que se construyen bicis, y cómo elegir entre ellos en función de tus necesidades.
Todos los materiales con que se construyen cuadros de bici
Como regla general, hoy en día tenemos cuatro grandes opciones para los cuadros: acero, aluminio, fibra de carbono y titanio. Las posibilidades de innovación a partir de ahí son, evidentemente, casi infinitas; y aquí ya te hemos hablado de rarezas como el grafeno, el carbono reforzado con acero e incluso el papel reciclado. Pero vamos a centrarnos en este póker de materiales que actualmente utiliza la industria, y con los que es razonable que te cruces en tu tienda de bicicletas más cercana. Por cierto, la superficie sobre la que suelas circular en principio no tiene mucha influencia sobre esta decisión, así que no entramos en ese particular.
Fibra de carbono
- Pros: ligereza, rigidez, aerodinámica.
- Contras: coste, durabilidad.
- Perfecto para: competición en cualquier modalidad; personas que buscan el mejor rendimiento.
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Empecemos por el más extendido hoy en día, tanto en carretera, gravel o ciclocross como en MTB. El carbono empezó como alta tecnología en los 80 y 90, pero se ha ido imponiendo entre el público (hoy, representa más del 70% de las ventas totales, y la práctica totalidad en las gamas altas) gracias en parte a los profesionales, pues es el material que permite un rendimiento mayor. Peso, rigidez, absorción... También es infinitamente moldeable para adquirir casi cualquier forma que resulte más aerodinámica. La verdad es que no tiene demasiadas desventajas, aparte de dos muy obvias.
Una es el precio. La otra es que, dependiendo del uso que le des, quizá no sea una bici que te dure décadas. Y sé lo que estás pensando: cierto, en esto la técnica ha avanzado muchísimo, y los cuadros de carbono ya no son tan frágiles como antaño. Pero considera que no se trata de un metal, así que, si se da una rotura, no habrá manera de soldarlo. En ese hipotético momento solo te quedará tirarlo y comprar otro.
Acero
- Pros: durabilidad, facilidad para reparar roturas, comodidad.
- Contras: peso, coste relativamente alto, posible corrosión en ambientes húmedos.
- Perfecto para: manitas que quieran una bici a medida que les dure toda la vida; viajes de aventura.
En el otro lado del espectro, lo que hace unos decenios fuera el material dominante está hoy en franca retirada. Sin embargo, todavía quedan fans incondicionales del acero, sobre todo entre artesanos y pequeñas firmas que lo prefieren por su densidad, lo que permite realizar tubos más finos y aumentar la flexibilidad vertical. Esto influye en la comodidad para viajes largos sobre terreno difícil. Si quieres una bici única, realizada a medida solo para ti, pero no tienes el dinero para acceder a una de titanio (aunque el coste de estas tampoco es ya el que era, sigue estando por debajo el del acero), este metal es la solución.
Aluminio
- Pros: peso y rigidez con coste contenido, durabilidad.
- Contras: superado por el carbono en casi todo lo anterior, no demasiado cómodo.
- Perfecto para: quien busque una bici casi tan buena como una de carbono, con un presupuesto contenido.
A día de hoy, el gran competidor del carbono en el mercado 'mainstream'. Aquí ya te hemos planteado antes este endiablado dilema. Porque muchas marcas, como Orbea, están promoviendo un retorno al aluminio (aunque habrá que ver qué sucede tras las sanciones a Rusia, uno de los mayores fabricantes mundiales), sobre todo para las gamas medias, ya que las bajas en muchas ocasiones habían permanecido con este metal. En esa lógica entra aquella maniobra publicitaria por la que Peter Sagan corrió un critérium, el Down Under Classic 2019, con una Specialized Allez Sprint de aluminio.
Al final, todo se reduce a lo de siempre: con lo que ha mejorado en los últimos años, si estás dispuesto a llegar a un compromiso por unos gramos más y algo menos de rigidez, puedes acceder a una gran bici de aluminio por bastantes menos euros que una de carbono, a igualdad de componentes. Si eso vale la pena o no ya depende de ti.
Titanio
- Pros: durabilidad, adaptabilidad, estética.
- Contras: precio.
- Perfecto para: bicis a medida de alta gama.
Hace poco te cantamos las virtudes de este material a menudo olvidado cuando hacemos nuestros cálculos a la hora de comprar una bici nueva. Quizá porque gozó de una ventana muy corta de popularidad, allá por finales de los 90 y principios del siglo XXI, antes de que el carbono se hiciera con todo el mercado.
Aunque todavía existen marcas que lo trabajan, como la española Angel Cycles o las estadounidenses Moots y Salsa Cycles, el titanio es el territorio de los grandes artesanos. Al tratarse de un material todavía caro (ya no tanto como solía, pero sigue sin ser del todo económico) y que permite adaptar las medidas al milímetro, es muy apreciado para hacer las mejores bicicletas custom. Sin llegar a las cotas del carbono, estas aportan buena ligereza y rigidez, son casi indestructibles (literalmente, para toda la vida), absorben bastante las vibraciones... Y, sobre todo, son quizá las más bonitas. Su combinación de líneas clásicas, redondeadas, con acabados de metal pulido, consiguen un efecto casi insuperable.
Conclusión sobre los materiales para los cuadros de bici
Como ves, no existe un material perfecto (aunque vale, la fibra de carbono está muy, muy cerca), sino el material adecuado para un tipo concreto de necesidades. Cuantas más variables tengas en cuenta, mejor podrás ajustar qué cuadro necesitas para tu bicicleta.
Dicho esto: ¿por cuál apostarías para ti? Si tienes que comprarte una bici nueva próximamente, ¿irás de cabeza al carbono para asegurarte el mejor rendimiento del cuadro, o te plantearás uno de gama media de aluminio, quizá con unos componentes top? ¿Te saldrás de la lógica de la gran industria para buscar algo personalizado de titanio o de acero?