Tipos de pájaras que te pueden hacer pasar un mal día
¿Has sufrido alguna vez una pájara ciclista? Seguro que sí, seguro que conoces esa desastrosa sensación de no poder tirar ni de tu alma, de poner pie a tierra, de falta de aire, de alimentación, de agua. No sabes qué ocurre pero no puedes más. Seguro que conoces las pájaras ciclistas y que alguna vez has experimentado lo duro que se hace sufrir una. Es una consecuencia bastante más habitual de lo que crees. Hoy te damos más información sobre el tipo de pájaras ciclistas que existen y las razones de ellas, para poder prevenirlas.
Tipos de pájaras ciclistas
En primer lugar, el término pájaras cicilstas, como es obvio, es solamente un término coloquial para definir algo científicamente llamado desfallecimiento o desfallecimiento hipoglucémico. Durante la práctica deportiva, principalmente aeróbica de alta intensidad, puede darse una especie de agotamiento repentino ante una escasez de energía para afrontar la demanda de tu cuerpo. Acto seguido, tus reservas de glucógeno marcan cero y empiezan a aparecer síntomas que te invitan a parar porque sientes que no puedes más.
Hay pájaras ciclistas históricas. En la retina de todos está sin duda la de Miguel Induráin en el Tour de Francia de 1996, en Les Arcs, que supuso el principio de su retirada. Seguro que tuvo muchos de los síntomas más comunes: visión nublada, debilidad, calambres, fatiga, sensación de deshidratación, mareos e incluso náuseas.
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Hay varios tipos de pájaras ciclistas, y en su mayoría van en función del factor que las desata. No creas que siempre se debe a una dureza en la ruta o en el entrenamiento. En primer lugar, hay desfallecimientos por una mala comida o digestión. Es de lo más común: elegir mal los alimentos antes de una salida o comer de manera incorrecta.
Pero también hay pájaras por otras razones. Una mala hidratación también suele conllevar estas pájaras ciclistas, o un calor en exceso sobre todo durante el verano. Por supuesto, hay factores más difíciles de controlar que lo que comes o lo que bebes, como un mal descanso por la razón que sea, o la incubación de alguna enfermedad aún sin síntomas.
Por último, un sobreentrenamiento también puede conllevar pájaras ciclistas distintas, en las cuales el acalambramiento suele ser el síntoma más visible y que ayuda a discernir las causas.
Cómo identificar y paliar las pájaras ciclistas
El primer consejo ya te lo hemos apuntado: dieta saludable, buenos hábitos de comida y alimentos idóneos previos a un entrenamiento ciclista son los factores a considerar para evitar pájaras ciclistas. Considera que al menos unas 800 calorías por hora vas a necesitar, pero debe ser una ingesta transicional ,es decir, come unas 800-900 antes de salir y a las 2 horas aproximadamente, que tus reservas estarán por los suelos, vuelve a comer algo.
Si sucede lo vas a identificar por los síntomas que comentábamos, así que actúa de forma tajante: para de inmediato y repón tus reservas de glucógeno comiendo algo, si es de fácil absorción mejor que mejor. Espera unos minutos y reposa hasta que tu cuerpo vuelva a regularse. A veces puede llevar hasta 30 minutos encontrarse mejor.
Para evitar las pájaras, come bien, no pierdas de vista tu hidratación, incluso aunque creas que tu cuerpo no demanda agua, dosifica tus esfuerzos y no te vuelvas loco con rutas que escapan a tu nivel real. Puedes hacer un sobreesfuerzo un día, pero las pájaras ciclistas aparecerán si pretendes empezar con un plan de entrenamiento que no sea progresivo y acorde a tu forma física.
Y, sobre todo, no te deprimas. No eres tan mal ciclista por sufrir una pájara, simplemente algo has planeado mal o algún factor con el que no contabas ha hecho acto de presencia. Pero poco a poco aprenderás a evitarlas conociendo mejor tu cuerpo y cuidando más tu alimentación.