Quién es Tom Pidcock, el nuevo superciclista del que todos hablan
El británico ha despejado las últimas dudas de los más escépticos y se ha colocado en la punta de una pirámide sólo al alcance de los elegidos. Es uno de esos nuevos talentos que se ha ganado su futuro a pulso, a prueba de esfuerzo, a base de piernas.
Hay ciclistas que en muy poco tiempo llegan a la cúspide de este deporte y que, además, son competitivos en todas las disciplinas. Cuando han llegado, la única cuestión por dirimir es si serán estrellas fugaces o auténticos astros para la historia. La última de esas subidas meteóricas es la de Tom Pidcock.
Quién es Tom Pidcock, el nuevo talento del ciclismo que ahora toca la élite
Veamos, no podemos decir que sea un recién llegado del todo, pero Tom Pidcock no lleva demasiado tiempo en esto y sin embargo ya tiene un currículum envidiable.
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Nacido en Leeds el 30 de julio de 1999, Tom Pidcock ha soplado ya 21 velas hace unos meses, el pasado verano, aunque apenas lleva 5 años compitiendo. Creció en el condado de Yorkshire, buena zona para desarrollar una carrera deportiva, más aún cuando tus padres practican ciclismo, como es su caso. De hecho, Tom Pidcock empezó a rodar con solamente 3 años. Creció en el velódromo de Herne Hill londinense y corrió su primera carrera con siete años, que fue todo un fracaso por un problema mecánico.
Hasta que no fue evidente en la familia Pidcock que Tom tenía muchísimo talento, no empezaron a permitirle competir a nivel nacional. Ganó la British National Youth Road Series y a partir de ahí todos fueron conscientes de que algo importante se estaba cociendo.
Este año, ha ganado mucho, ha ganado bien, y ha ganado en todos los terrenos. Tom Pidcock llegó con la vitola de un joven con futuro y, paso a paso, se ha ganado el respeto de propios y extraños ante un rendimiento que no deja lugar al debate.
En 2017 lanzó el primer aviso ganando el mundial junior de ciclocrós, la París-Roubaix junior y el Campeonato del Mundo de Ciclismo en Ruta de Bergen. Desde entonces, hasta este 2020, se preparó para dar el salto. Y el salto ha sido, literalmente, volar.
Este 2020, como decimos, se ha granjeado un buen número de victorias. El Giro de Italia sub-23 con tres etapas al zurrón, Subcampeón del Mundo de Ciclocrós y primer arcoíris en el Mundial de e-MTB. Claro, el diamante pronto captó la atención del Ineos, que le firmó para las próximas tres temporadas.
Como decimos, Tom Pidcock empezó a ganar y lo hacía en cualquier disciplina, carretera, mountain bike o ciclocross. Su primera victoria nacional importante la obtuvo en ciclocross en élite, cuando ganó el campeonato nacional en Gravesend, Kent, el pasado año. Antes, ya había logrado el Campeonato de Europa Sub23 en 2018. Campeón del Mundo en ciclocross Sub23 en 2019, bronce en el Campeonato del Mundo. Su último logro lo consiguió hace un par de meses como apuntábamos, al convertirse en Campeón del Mundo e-MTB 2020, tras haber ganado las 2 últimas Copas del Mundo XCO también en Sub23.
Tom Pidcock y los Juegos Olímpicos de Tokio
Un talento comparable al de Mathieu Van der Poel ha llamado la atención de los grandes equipos ciclistas.
En 2021 se plantea nuevos retos, dentro de XCO y con las miras puestas en los Juegos Olímpicos de Tokio. De este modo también despejaba otra duda: un ciclista que sabe ganar en ciclocrós y mountain bike, ¿debía abandonar estas disciplinas para correr sólo en carretera? Pero en Ineos han aprendido del modelo Van der Poel. Que corra lo que quiera y que gane lo que pueda.
Está previsto que Tom Pidcock siga ya corriendo en élite, y su salto al circuito World Tour va de la mano del Ineos. Un golpe importante de timón en una serie de nuevas contrataciones que se unan al joven talento del que se compone el futuro del equipo, con Carapaz y Bernal a la cabeza.
Esta transición fue reconocida por el propio Brailsford, que afirmó que estaban construyendo un nuevo equipo.
Y gane lo que gane significa también ganar a los mejores. Este diciembre batió al mismísimo Van der Poel en el Superprestige Gavere, entrando en solitario en meta con 25 segundos de ventaja sobre el holandés. Su primera gran victoria en la élite, sin duda. Una semana después, era Mathieu Van der Poel quién lo quemaba en la parte final, después de que Pidcock liderara constantemente la prueba. En resumen: está ahí, está al nivel, y va a dar guerra porque tiene mucha clase.
Un nuevo talento. Queda por ver su resultado a largo plazo en la Élite. Y mantenerse, ya saben eso de que lo difícil no es llegar, sino mantenerse.