Trucos psicológicos para rodar con calor
Una idea aparentemente pequeña, tiene un grandísimo poder en el rendimiento deportivo. De pensar que no podemos más, a convertir ese pensamiento en algo como que lo vamos a conseguir y hay que conservar la concentración, va un trecho de entrenamiento psicológico que repercute en rendimiento físico: más de un kilómetro más cada 90 es la estimación de un estudio, y eso puede marcar una victoria.
La psicología y el ciclismo
El sol en su apogeo, tú rodando en bicicleta, ni rastro de humedad o de agua que refresque el ambiente, sólo 40 grados en pleno asfalto o en piedra viva. ¿Qué puedes hacer para mejorar tu rendimiento ciclista en condiciones de este tipo? Pues prepararte, pero no sólo físicamente sino también mentalmente. Por eso, te damos algunos consejos psicológicos para rodar con calor.
El poder de la mente es un hecho. En otras ocasiones hemos hablado de casos extremos en los que una fuerza aparentemente sobrehumana ha salvado una situación; o del gobernador central y su ayuda para controlar la fatiga.
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El rendimiento, más aún en ciclismo, tiene un factor psicológico fundamental. Conocerlo, cuidarlo, trabajarlo y potenciarlo es vital para obtener mejores resultados. Y con mucho calor, más aún, un estudio científico así lo corroboró.
Consejos psicológicos para rodar con calor
Martin Barwood es un investigador de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido. Hace más de una década puso el foco en la cuestión psicológica en el deporte y en concreto a altas temperaturas. Dividió dos grupos y les hizo realizar entrenamientos exigentes a altas temperaturas, siempre por encima de 30 grados.
El resultado: el grupo preparado psicológicamente con su método mejoró notablemente los valores. Por cada 90 kilómetros recorridos, los que habían escuchado sus consejos experimentaban una mejora de más de 1 kilómetro. Eso, en élite, es muchísima distancia.
Se basaba en unos principios básicos. Una primera charla analizaba la percepción y el aguante ante situaciones de dolor o de extenuación por calor sobre la bicicleta. Sobre esta situación, las técnicas eran sencillas: facilitar herramientas a los ciclistas para que, en el momento en que apareciese una idea negativa, supiesen identificarla y transformarla en una positiva que sumase y no restase.
Por ejemplo: en el instante en que pensasen involuntariamente algo como “por qué estoy haciendo esto”, cambiar inmediatamente a un pensamiento de “lo estoy haciendo muy bien”; cuando llegase un pensamiento de “no puedo más”, cambiarlo por un “mantén el ritmo”; y sobre todo, ante cualquier síntoma mental de frustración, había que poner el foco en una idea: “mantén la concentración, no la pierdas”. Todos expusieron frases que se les venían al realizar ejercicio bajo mucho calor, para identificar esas frases y estar preparados en caso de que apareciesen.
Los resultados de la motivación bien empleada son fantásticos. Desde pequeños, en las escuelas ciclistas y clubes junior debe trabajarse esta faceta que entrene también las mentes de los más jóvenes. En ello, en gran medida, les irá comprender mejor el ciclismo, amarlo más y mejor y conseguir un mejor rendimiento en el futuro.
Otro consejo muy útil por parte de los psicólogos deportivos es contrarrestar miedos con información. Cuando prevemos mucho calor, lo mejor es analizar y contrarrestar con información técnica: ver el mapa de la previsión y conocer las condiciones exactas; conocer la mejor ropa técnica para enfrentarse a esa situación; investigar sobre hidratación o alimentación en esos casos. En resumen: el conocimiento da sensación de poder y de control, y eso repercute en mejores ideas y mejor actitud; y eso, a su vez, deviene en un mejor rendimiento.
Así que ya sabes: en condiciones de mucho calor, trabaja tus ideas negativas para identificarlas rápido; construye ideas positivas y motivadoras; consigue toda la información posible que te sirva para tranquilizarte y para motivarte. Y adelante.