Trucos para engañar a Zwift

Si ves que algún ciclista al que conoces anda demasiado bien, puede que esté usando algunos trucos en Zwift. Intencionadamente o no, engañar a la plataforma de ciclismo virtual Zwift es posible. Te exponemos algunos de los trucos más utilizados y algunos otros que se consideran legales.

Trucos para Zwift: cómo engañarse a uno mismo

Sí, realmente pensarás que usar trucos en Zwift no tiene mucho sentido. Seguramente te quede la ética de aprender a competir y no usar una plataforma digital para engañar al resto de compañeros. Pero no todo el mundo se comporta adecuadamente en Zwift, sino que, como en cualquier disciplina, existen ciclistas exageran sus cifras. Te contamos algunos de los trucos más usados para Zwift.

En primer lugar, el que ya conoces: el peso. Sí, Zwift te pide valores físicos para configurar tu perfil ciclista digital. Aquí no hay trucos, sino que basta con mentir en tu peso si quieres andar más. Muchos ciclistas lo han hecho, algunos de ellos han sido pillados en el engaño.

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El caso más sonado fue sin duda el de Thomas De Gendt, bronce en el Giro de 2013, que fue expulsado por intuir que mentía en su potencia. Él se defendió que los 550 watios de media que metió en su bici eran valores aceptables para un ciclista profesional, pero la cosa quedó enturbiada. Y es que bajarte de peso de manera irreal es el truco más usado, por ser el más sencillo. Pero hay más.

También han cazado a algún ciclista masculino compitiendo en competiciones exclusivas femeninas. No importa el género cuando se trata de ganar una equipación cara.

Otro de los más sonados y recurridos es sin duda una calibración errónea del potenciómetro. Sí, la mayoría pueden argumentar que se trate de un error muy técnico que ellos no saben controlar, pero la cuestión es que existen también los casos en los que esta mala regulación provoca que en Zwift los vatios sean mayores a los reales. Lo dicho, suele ser una cuestión difícil de dirimir por la cuestión técnica que supone la regulación del potenciómetro, pero también puede haber algún pillaje en ello.

Si no sabes calibrar tu potenciómetro, el tercer truco que te contamos te queda lejos. Porque es más tecnológico si cabe. Lo desarrolló Brad Dixon, un famoso asesor de ciberseguridad, que usó un mando de Xbox para engañar al sistema. Sí, suena fácil, pero es realmente complejo. Según Dixon, cuando un ciclista da pedales varios sensores leen la información y la tamizan por un protocolo ANT+ hasta el ordenador. Dixon usó la herramienta de código abierto USBQ en un Raspberry para interceptar esta información y modificar los datos. Vamos, trucó el sistema desde dentro, algo al alcance de muy pocos.

Y ya por último, están los ingenieros y los ingeniosos. Porque si no te basta con todo esto, siempre puedes subir tu moto al rodillo y dar gas. ¿Suena divertido? Pues es real como la vida misma. Este tipo del vídeo que te compartimos hizo la prueba con un ciclomotor. Más allá de lo divertido de la imagen, y de lo obvio que resulta que va sobrado cuando se enfoca la pantalla del ordenador.

Trucos válidos para Zwift

Quizá todo esto te parece lamentable, por lo absurdo que resulta el autoengaño sin más recompensa que ganar una carrera virtual sin más. Lo que sí debes tener en cuenta es que hay pequeños trucos que sí son válidos en Zwift.

Puedes rodar por Watopia en indoor y sabrás lo que se suda. Así que usar un ventilador es una gran ayuda, y no es una trampa.

Puedes también coger la estela de otros ciclistas. Sí, Zwift reconoce esa posición y te da un pequeño plus. También, otra forma de conseguir pequeñas ventajas es coger los Power-Ups, pequeñas ayudas de segundos que reducen tu peso y te dan un empujoncito.

Y obviamente, las diferencias en las calidades de las bicicletas y los rodillos también matizan las diferencias. Pero contra esas no hay nada que hacer.