La BMX olímpica de Twan van Gendt incluye un desviador de 2V
El holandés será el primer ciclista en emplear una transmisión en unos Juegos Olímpicos. Está por ver si le da resultado o no
Desviador trasero en su BMX: una apuesta arriesgada
Twan van Gendt quiere ganar un oro olímpico. Su obsesión ha sido de tal magnitud que ha dedicado todo su tiempo y todos sus pensamientos en analizar cómo potenciar sus probabilidades de ganar. La primera, la habló con su patrocinador, Red Bull, y fue construir una salida idéntica a la de Tokio, con tres rampas muy ligeras que contrastan con pruebas anteriores. Esta réplica le iba a permitir mejorar la salida sabiendo lo importante que es la salida en BMX.
Pero el segundo gran cambio es todavía más llamativo y revolucionario: incluir un desviador trasero. Hasta ahora, es algo inédito en unos juegos olímpicos aunque sí que se ha visto en pruebas menores. ¿Por qué? Pues las razones son de peso.
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Incluir un desviador trasero tiene sus pros y sus contras. Twan van Gendt lo hace con sentido: tiene muy claro que 3 de cada 4 carreras de BMX se ganan en la primera parte del recorrido. De ahí que construyese la réplica de esta parte y de ahí que haya montado un desarrollo. Porque, según él, el circuito de Tokio admite un piñón menor ya que el circuito es hasta un 25% más largo que en Olimpiadas anteriores. Esto provoca más potencia con menos cadencia y es algo que en una distancia más larga hay que valorar. Él lo ha hecho y ha tomado una decisión.
Pero, ¿por qué no se ha hecho hasta ahora? Pues por dos razones de peso. La primera es esa que acabamos de describir: el circuito es distinto. La segunda es porque el BMX no admite errores, no es como otras disciplinas en las que un error mecánico o una caída no te deja fuera porque te levantas y reemprendes la marcha. En BMX no. Así que incluir un desviador entraña dos riesgos: más complejidad mecánica, mayor riesgo de avería o salida de cadena y una pérdida de potencia por el momento del cambio de una corona a otra. Sí, son matices, pero puede determinar un oro o un fracaso.
Por todo ello es por lo que Twan van Gendt ha decidido jugar sus cartas, y ha montado un Shimano Zee M640 con una jaula extracorta y un cambiador ergonómico. Hay que tener en cuenta que saldrá en la corona grande, cambiará a la pequeña y ya está. Un cambio para una carrera. Y ya está. Porque en BMX predomina el piñón único, salvo alguna excepción.
Van Gendt ante el reto de su vida
Twan van Gendt es uno de los favoritos para las preseas en BMX. El neerlandés viene de ser oro en 2019, en el Campeonato Mundial de BMX, y antes ya tenía tres medallas europeas y una plata en Baku 2015.
El de Den Bosch, de 29 años, llega en plena madurez a estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y tras unos años complicados en los que los éxitos se han intercalado con momentos difíciles y de ausencia. Su año más crítico fue 2017, cuando se pasó medio año sin correr recuperándose de una lesión de rodilla bastante delicada. Tras esa experiencia, Van Gendt volvió al máximo nivel en 2018 y se sacó la espina de su dura etapa con su oro en el Campeonato del Mundo de 2019 que hemos comentado. Fue su techo, tras estar subiendo en su BMX desde los cuatro añitos.
En Londres 2012, Van Gendt hizo un dignísimo papel a pesar de su juventud, pero sólo pudo quedar quinto en la prueba BMX. Todo este tiempo se ha dedicado a preparar este día y a relajarse como restaurador de embarcaciones. Las fotos de su Meybo se han filtrado en varios medios anglosajones como Pinkbike o Bikerumor. Y en esas imágenes se puede ver claramente el cambio trasero. Aquí tienes la agenda de las pruebas de cilcismo, entre las que está la de BMX. Veremos si la apuesta da resultado.