La UCI libera a las ciclistas del Zaaf tras comprobar los impagos del equipo español
Lo que en el mes de diciembre parecía un soplo de aire fresco para el ciclismo femenino español, ha terminado como en muchas ocasiones acaban estos proyectos: impagos a los ciclistas y una estructura con pies de barro que ha acabado derrumbándose. Un aspecto que parece haber constatado la UCI dado permiso a las ciclistas del equipo Zaaf para poder fichar por otras escuadras.
El calvario de las corredoras del Zaaf podría estar a punto de terminar
A comienzos de diciembre, el ciclismo femenino español recibía una fantástica noticia en forma de creación de un nuevo equipo de categoría Continental con el respaldo económico de Riad Belatreche, nieto de Abdel-Kader Zaaf, una de las primeras figuras africanas del ciclismo que se dio a conocer en los años 50. Un proyecto a cuyo frente se encontraba un experto y gran conocedor de lo que es dirigir un equipo femenino como Manuel Lacambra.
Un equipo que aprovechó la desaparición del B&B, que de cara a esta temporada iba a crear una escuadra femenina, fichando a una figura de la talla de Audrey Cordon-Ragot.
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Sin embargo, con el comienzo de la temporada pronto empezaron a correr noticias de impagos a las corredoras tal como declaraba la propia Cordon-Ragot hace unos días cuando pudo romper su contrato con Zaaf para fichar in extremis por el Human Powered Health con quién debutó, sin apenas siempo de asentarse, el pasado fin de semana en la París-Roubaix femenina.
Sin embargo, en el caso del resto de corredoras con contrato en vigor, no pueden firmar uno nuevo ni cambiar de equipo hasta que se abra el mercado de fichajes el 1 de junio, al menos hasta ahora, cuando la UCI ha tomado cartas en el asunto y, tras analizar la situación del equipo Zaaf ha concedido libertad a las corredoras para poder cambiar de escuadra.
En todo caso, el equipo continúa con su actividad manteniendo su programa de carreras que incluye la participación en La Vuelta femenina que se disputará a partir del próximo 1 de mayo aunque con una situación totalmente incierta acerca de su futuro, circunstancia sobre la que el propio equipo aún no se ha manifestado más allá de admitir retrasos en los pagos, indicando que era un problema puntual y que el presupuesto se mantenía en lo previsto inicialmente.
Algo que contrasta con las declaraciones de Audrey Cordon-Ragot tras su salida del equipo donde afirmaba que “Desde comienzos de año no me han pagado ni reembolsado los gastos de los viajes. Más allá del aspecto financiero, las condiciones que teníamos no eran las de un equipo profesional. No podía continuar así”
La situación ya no apuntaba bien en un inicio cuando a comienzo de temporada los avales necesarios para poder inscribir el equipo en la UCI, destinados precisamente a garantizar, al menos en parte, los sueldos de las corredoras, se quedaron inicialmente cortos, lo que retrasó la formalización del equipo.