Vanmoof, el Tesla de las e-bikes urbanas, al borde de la quiebra
Los resultados provisionales de las cuentas de 2022 expresan con claridad la situación crítica de la conocida firma de bicis urbanas eléctricas que perdió 11,9 millones de euros a causa de problemas de fiabilidad que han disparado el gasto en garantías y verse afectados por los cuellos de botella de la cadena de suministros.
Vanmoof apela al respaldo de sus inversores para continuar fabricando sus espectaculares e-bikes
Rodar por la ciudad con estilo es uno de los mantras de Vanmoof, firma neerlandesa especializada en e-bikes urbanas que saltó hace unos años a la palestra gracias a sus bicis de atractivo diseño que rápidamente atrajeron la atención de aquellos a quién no sólo les importa el qué, sino también el cómo.
Sin embargo, Vanmoof, pese a los mayores márgenes de negocio que les proporciona su sistema de venta directa a través de internet, que complementa con una amplia red de puntos de venta ubicados en el norte de Europa, Gran Bretaña y EE.UU., no atraviesa momentos fáciles, con una situación en la que no hace más que acumular pérdidas y que se ha visto agravada por los recurrentes problemas en la llegada de suministros desde el lejano oriente que están sufriendo en mayor o menor medida casi todas las marcas del sector.
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Sin embargo, llueve sobre mojado y las bicis de Vanmoof ya venían sufriendo problemas de fiabilidad y de controlo de calidad, con bicis entregadas con arañazos o ruedas descentradas, que ha obligado a la marca a emplear la ingente cantidad de 8 millones de euros en reparaciones en garantía y sustituciones. A esto hay que añadir el gasto generado por sus servicios Peace of Mind que ofrecen, por un precio muy ajustado, protección contra robo y mantenimiento, lo que en muchos casos incluye bicis de sustitución.
Esto hace, en términos globales, que el coste de una bici Vanmoof sea actualmente superior al precio al que se venden por lo que, obviamente, las cuentas no salen, situando las cifras de pérdidas en 11,9 millones de euros, que se suman a los 6,7 millones de euros del año anterior.
El caso es que las pérdidas acumuladas por Vanmoof han llevado a la empresa a una situación que, según el avance de sus últimas cuentas le pone en una situación crítica que va a requerir una inyección de liquidez por parte de sus inversores, un variopinto conglomerado de fondos de inversión que, desde el año 2017, llevan aportados 189,1 millones de euros.
En la actualidad, Vanmoof cuenta en su catálogo con 5 modelos de e-bike, todas ellas dirigidas a un uso puramente urbano a aunque con diferentes orientaciones, todas ellas comparten unos diseños futuristas que han sido parte esencial en la imagen de marca que llevo a que sus bicis fueran unas de las más deseadas pese a que ahora las vacas flacas les acechen.