Van der Poel sobrevive al infortunio para ganar la Copa del Mundo CX de Hulst
Van der Poel se lleva la victoria en la Copa del Mundo CX de Hulst. La primera vuelta echó por tierra las opciones de Pidcock y de Van Aert, que se vieron envueltos en unas remontadas que rozaron la épica en el caso del belga. El arcoíris se quedó solo y cabalgó desbocado para construir una renta que le permitiese afrontar el final de carrera con tranquilidad.
Van der Poel se queda sin rivales y gana la Copa del Mundo CX de Hulst
La carrera dio comienzo con un incidente que se cobró las opciones de Pidcock. El campeón británico Cameron Mason -que provocó también la colisión de ayer en el Exact Cross de Loenhout- tiró la primera ficha de un efecto dominó que provocó varias caídas por la zona media de la tabla.
Pidcock fue el peor parado y volvió a hacer alarde de su habitual mala fortuna en las salidas: maneta rota y cambio trasero completamente descolgado. El Jinete amagó con abandonar pero en un arranque de honor echó a correr para buscar la zona de asistencia y cambiar de bici.
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Los corredores de delante libraron los infortunios de las primeras curvas. Iserbyt se puso en cabeza, seguido de Kamp, Sweeck, Del Grosso y compañía. Van der Poel se colocó con los primeros, aunque varios traspiés le retrasaron hasta quedar delante de Van Aert, que merodeaba por la undécima posición.
El guion escondía aún más sorpresas en la primera vuelta: Van Aert se fue al suelo y una inoportuna salida de cadena hundió sus posibilidades de victoria. El belga perdió 36 segundos y cayó a la 27ª posición.
Felipe Orts fue otra de las víctimas del trazado neerlandés, aunque el campeón español pudo seguir la marcha sin ceder demasiado tiempo.
Delante, el grupo de cabeza quedó formado por Del Grosso, Van der Haar, Van der Poel y Ronhaar. La vanguardia de carrera empezó a meter tierra de por medio con sus perseguidores, mientras Van Aert se encomendaba a lo imposible y Pidcock trataba de recuperar su sitio entre la centena de corredores que le habían llegado a preceder.
El arcoíris brilló por primera vez cuando el sol asomó entre las nubes de Hulst: Van der Poel se puso primero con un cambio de ritmo que estiró el grupo de cabeza. La Bestia Naranja, cansada de contener las piernas, revolucionó las bielas y abrió una brecha de unos cuantos metros.
Los perseguidores entraron en la siguiente fase de carrera: sin Van der Poel en el grupo, ahora debían pelear entre ellos. Ronhaar y Van der Haar se destacaron pronto y ambos se enfrascaron en lo que prometía ser una batalla de desgaste.
Por su parte, Van Aert perdió de nuevo un minuto en la siguiente vuelta -fruto de un problema con la bici, que cambió a su paso por la asistencia- y Pidcock se ponía 53º en su ansiada necesidad de escalar posiciones.
La cabalgada de Van der Poel parecía no tener fin y, a pesar de bajar un escalón en la intensidad, siguió marcando unos tiempos más rápidos que los de sus inmediatos perseguidores. Ronhaar cogió ventaja en el pulso que mantenía con Van der Haar, aunque el paso de los kilómetros volvió a juntar a los dos neerlandeses y les añadió a Nieuwenhuis como nuevo miembro del club.
Van der Poel unió la implacable fuerza de sus cuádriceps con la impecable técnica de su conducción. A pesar de las inevitables correcciones a las que el circuito de Hulst empuja a los corredores, el neerlandés resolvía con soltura cualquier circunstancia.
Por detrás, Van Aert mantenía la apuesta en el rango más alto. El infortunio no aplacó la moral del belga, que encadenó varias vueltas a un ritmo brutal con el que se encumbró a la octava posición. Era el corredor más rápido del momento y podía soñar con la quinta posición.
Ronhaar, Van der Haar y Nieuwenhuis seguían librando la batalla por la segunda plaza. La carrera avanzó sin denscanso y la intensidad subió de cota en el último tramo de carrera. Nieuwenhuis se lanzó hacia delante y sus acompañantes se descolgaron. El corredor del Baloise Trek Lions mantuvo el tipo y se aseguró un puesto en el podio.
Van der Poel rodó sin agobios durante la última vuelta y cruzó la meta con tranquilidad para ganar la Copa del Mundo CX de Hulst. Séptima victoria en siete carreras para él esta temporada. Nieuwenhuis y Van der Haar -que recortan distancias en la general tras el abandono de Iserbyt- lo acompañaron en el podio.
La victoria de Van der Poel estuvo marcada por un gesto feo del neerlandés, que sucumbió a las provocaciones de unos espectadores que le increparon y lanzaron varios objetivos, dirigiéndoles un escupitajo.
Van Aert completó un ejercicio de pundonor y amor propio y, ante una carrera que se le puso cuesta arriba desde el principio, pedaleó como el que más en una impresionante remonta con la que se aupó a la quinta posición. El belga se quedó fuera del podio pero regaló una gran actuación a los aficionados.
Pidcock acabó 25º a 3 minutos y 44 segundos. En cuanto a la representación española, Felipe Orts volvió a ser el mejor con la 12ª plaza a 1 minuto y 46 segundos.
Resultados Élite Masculino - Copa del Mundo CX Hulst
- Mathieu Van der Poel 59'52"
- Joris Nieuwenhuis +12"
- Lars van der Haar +20"
- Pim Ronhaar +30"
- Wout Van Aert +43"
- Laurens Sweeck +53"
- Niels Vandeputte +58"
- Ryan Kamp +1'04"
- Michael Vanthourenhout +1'15"
- Tibor Del Grosso +1'25"