Las VeloVetta Monarch apuestan por una silueta aero única
La aerodinámica cada vez se tiene más en cuenta en cada vez más componentes y accesorios ciclistas. Cualquier elemento expuesto al viento es susceptible de mejorar como demuestra la firma norteamericana VeloVetta que ha aplicado las mismas tecnologías de diseño que se emplean en las bicicletas actuales en el desarrollo de sus espectaculares zapatillas.
VeloVetta rasca segundos al crono en sus zapatillas Monarch
La aerodinámica poco a poco se va convirtiendo en un elemento indispensable en todos los elementos que intervienen en el ciclismo de carretera. Cualquier cosa es susceptible de ser mejorado en este aspecto para, añadiendo una pequeña ganancia entre todos, lograr mejoras claramente cuantificables.
La vestimenta del ciclisma fue desde los comienzos uno de los principales puntos en los que mejorar la aerodinámica pero, incomprensiblemente, las zapatillas no han sido un accesorio en el que se las marcas hayan trabajado en exceso a la hora de mejorar los números contra el viento. Quizás, por la dificultad de encontrar un patrón de comportamiento en un elemento en constante movimiento y, por tanto, de medir y valorar cuáles son las ganancias logradas.
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La firma norteamericana VeloVetta ha cogido el toro por los cuernos en este aspecto y ha decidido aplicar las mismas tecnologías que las marcas utilizan en la fabricación de sus bicis precisamente a unas zapatillas.
Para su desarrollo se ha utilizado software de Computación de Dinámica Fluidos o CFD para elegir el mejor diseño simulando en el ordenador la influencia del flujo de aire sobre la zapatilla. Una serie de modelados que permiten refinar el diseño deseado antes de fabricar nada. Tras ello, los prototipos elegidos fueron fabricados para ponerlos a prueba en el túnel de viento y así validar los números predichos por el ordenador.
El resultado son las zapatillas Monarch que podéis ver en las imágenes que acompañan estas líneas en las que más que la zona del empeine, con una construcción totalmente limpia salvo por unas pequeñas tomas de aire para mantener refrigerado el pie. Sin embargo, donde realmente se encuentra el secreto de la aerodinámica de estas zapatillas es en la parte trasera, con una pieza que parte de la suela de carbono como si fuera una especie de carenado recorre la mitad trasera de la suela y se remata en una salida en punta del talón para guiar el flujo de aire de tal manera que se reduzca el vacío por detrás que, como os hemos explicado en otras ocasiones, es un importante responsable del de la fuerza de arrastre que se genera.
Como también conocéis, la UCI veta añadidos a las prendas y las bicis que tengan fines aerodinámicos, sin embargo, VeloVetta ha salvado esta limitación haciendo que esta pieza aerodinámica forme parte estructural de la zapatilla, de hecho, los cables de anclaje del cierre parten de esta zona y una pieza móvil en el talón alberga el sistema de apriete.
Según los test en el túnel de viento realizados por VeloVetta, el uso de sus zapatillas podría significar una mejora de 32 segundos en una contrarreloj de 40 kilómetros.
Las VeloVetta Monarch no son, en todo caso, las primeras zapatillas en desarrollarse con la aerodinámica en mente. Antes de ellas otras marcas han planteado usar este elemento de la vestimenta del ciclista para buscar una pequeña ganancia. Como ejemplos podemos citar el modelo Mavic CXR Ultimate que usaba una cobertura con una cremallera que cubría toda la zona del empeine; el modelo S-Works Sub6 de Specialized con cierre de cordones que luego se cubrían con una cubierta elástica o las Bontrager Ballista en las que Trek ha buscado unas formas lo más limpias posible llevando el Boa del cierre al talón.