Por qué el Visma pegó sus neumáticos tubeless como si fueran tubulares

Aunque ya han pasado un par de semanas desde que se disputó la París-Roubaix, se siguen conociendo curiosidades acerca del material específico que utilizaron los equipos en esta carrera tan icónica. Una de las más llamativas la encontramos en las ruedas que utilizaron los ciclistas de Visma-Lease a Bike más allá del más que comentado uso del sistema Gravaa para ajustar sobre la marcha la presión de los neumáticos.

Visma-Lease a Bike recuperó el mastik para las ruedas usadas en París-Roubaix

El tubeless se ha convertido hoy en día en el estándar para todos los equipos del pelotón, desterrando a los tradicionales tubulares casi al olvido. Una tecnología que, en el día a día proporciona un rodar de calidad y, a su vez, simplifica sobremanera el trabajo de los mecánicos de los equipos.

Sin embargo, en algunas situaciones concretas el tubeless muestra su principal desventaja respecto al tubular: en caso de pinchazo súbito y con determinadas combinaciones de llanta/cubierta es muy posible que se salga de la llanta lo que puede llevar a una caída aparte de no permitir al ciclista continuar rodando hasta que el coche de equipo llega hasta su altura.

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Esta situación se ha convertido en algo bastante habitual en la París-Roubaix donde el impacto de los adoquines provoca en algunas ocasiones que las cubiertas tubeless pinchen o destalonen, dando al traste con las posibilidades de ese ciclista que se ve impotente para alcanzar al salida del tramo donde suele haber asistentes con ruedas de repuesto.

Para solventarlo, la mayoría de los equipos montan para esta carrera inserciones de foam o mousse que minimizan el riesgo de pinchazo y destalonado a la vez que permiten seguir pedaleando en caso de perder toda la presión. Entonces ¿Por qué se veían rastros de mastik, el pegamento de los tubulares, en las ruedas de los ciclistas de Visma-Lease a Bike para esta carrera?

Si bien los insertos de foam son efectivos contra la salida de la cubierta en caso de pinchazo, los ciclistas de Visma-Lease a Bike no pudieron utilizarlo para esta carrera. La razón la encontramos en el uso del sistema de ajuste de presión Gravaa, que no puede ser utilizado junto con la mousse. Para lidiar con el problema de la salida de cubierta en caso de pinchazo sin recurrir al foam, a los mecánicos del Visma-Lease a Bike no se le ocurrió mejor forma de recuperar el mastik.

Impregnando los hombros y flancos de la llanta con mastik lograron que las cubiertas quedaran firmemente fijadas a la misma sin tener que recurrir a las habituales inserciones de foam. Sin duda, un apaño pero que resultó efectivo para este efecto. Sin embargo, el tener que recurrir a estos inventos vuelve a poner de relevancia los puntos débiles del sistema tubeless.

Cierto es que, esto ocurre en una prueba tan específica como la París-Roubaix y que, en el día a día, es muy difícil ver cubiertas destalonadas, sin embargo la posibilidad de que esto ocurra sigue ahí sobre todo con algunas combinaciones de cubierta y llantas hookless lo que, incluso, provocó el año pasado una investigación por parte de la UCI tras una caída por esta causa de Thomas de Gendt.

Y es que continuamos encontrado problemas de tolerancias, por suerte cada vez menos, entre algunos modelos de llantas y cubiertas que provocan casos de cubiertas que entran muy holgadas en las llantas o, por el contrario, que resultan tremendamente difíciles de encajar. Por otro lado, el progresivo aumento del ancho interno de las llantas, que no va de la mano de un aumento del ancho de los neumáticos, hoy por hoy con la medida de 700x28c como la más habitual en el pelotón, supone que en algunas llantas esa medida quede por debajo de la mínima utilizable, como en el caso de las llantas Reserve que utiliza Visma-Lease a Bike con un ancho de garganta de 25,4 mm lo que obliga a utilizar cubiertas de al menos 700x30c.