Storer gana con inteligencia y los favoritos entran de la mano

Una amplísima fuga temprana configuró una escapada triunfadora. Muy numerosa y con ciclistas contrastados. Sobre ella, una nueva fuga configuró la victoria de Storer. Verona estuvo muy cerca de la machada y de conseguir la primera victoria española, que se resiste.

Comienzo de la etapa 7 y una fuga muy numerosa

La etapa 7 empezó con una fuga temprana, pero tan pronto como saltó fue cazada. Jetse Bol, del Burgos BH está dando guerra esta primera semana. A él se sumaron otros 6 hombres, que en apenas 10 kilómetros fueron cazados cuando el UAE tiraba del pelotón.

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El segundo intento fue de Tusveld, pero mismo resultado. Eso sí, rompió en parte la carrera y le hizo la cama a la fuga buena. Una fuga de 6 corredores que se convirtió en una de 29 cuando un grupo perseguidor les cazó. A partir de ahí, todo fue un tira y afloja entre este grupo amplio y con presencia generalizada de todos los equipos en cabeza, y el pelotón. El Jumbo intentaba gestionar el ansia de ese pelotón, pero por delante no había tregua.

El grupo de casi 30 corredores lo formaban nombres tan sonados como Kuss, del Jumbo; Alex Aranburu, del Astana; Bardet, del DSM; Elissonde, del Trek; y un Jan Polanc, del UAE, que en esos momentos era líder virtual con una ventaja de más de dos minutos y medio. Lo mejor de todo, es que el grupo, al ser tan numeroso, tiraba al mismo ritmo que el pelotón, que se afanaba en no permitir más ventaja. Pero la ventaja aumentaba, y a 75 para meta era de más de 3 minutos.

Esto auguraba no solamente problemas para el Jumbo o un sobreesfuerzo por atrapar a los fugados, sino también un juego de ambiciones en la escapada porque se veía con muchísimas opciones de llegar a meta escapados, así que ya se hablaba de una victoria de etapa. El ritmo era tal en cabeza, que muchos ciclistas se iban cayendo del grupo, como Bouchard, Lastra o Arensman. Y es que el olor a sangre era tal, que empezaron las guerras personales. Era una etapa propicia para ello.

Caída de Valverde y victoria de Storer

El primero en atacar en cabeza fue Hamilton. El DSM, con él y Bardet, veía muchas opciones de ganar la etapa y hacer un papel notable en esta etapa 7. Eso por delante, pero por detrás, todo se iba a complicar.

En primer lugar, porque en los repechos se iba a romper el grupo del maillot rojo. Y porque en la bajada, Valverde sufrió una fortísima caída. Muy fea. Y muy feo el modo: en el descenso, Valverde tomaba una curva en una carretera aparentemente firme, pero un tremendo bache en pleno giro lo desestabilizó y el murciano no pudo salvar la situación aunque lo intentó. Feísima caída y abandono del español. Una baja importantísima para un Movistar que tenía en el Bala una baza tremenda para ayudar a Mas y López.

En ese aturdimiento, el propio López, por rabio y por honor, atacaba en la siguiente subida. A su rueda, sólo se iban Roglic y Carapaz, pero el pelotón no se distanciaba mucho. Son los primeros movimientos de los favoritos. Valverde, que había atacado y al que se veía con fuerza, intentó volver a subirse a la bicicleta, pero su brazo no se veía en posición natural y, tras unos kilómetros, decidió abandonar. Varapalo para él, para el equipo y para la afición española.

Por delante, seguían los ataques a cuchillo, sin miramientos, como los de Hamilton o Craddock. Ninguno fructificaba. Los ataques aumentaban la ventaja, pero las relajaciones y vigilancia previa, volvía a mantener la diferencia de casi cuatro minutos a 40 de meta. A la espera de las etapas de montaña marcadas en rojo en el calendario, hoy podría haber alguna modificación en las ventajas. Estos cambios de ritmo propiciaron la ruptura del grupo de cabeza. Se marchó un trío, Storer, Sivakov y Craddock. El del Ineos era el que tiraba y pedía relevos, con poca suerte. Se estaba poniendo nervioso porque sabía que la victoria de etapa estaba en el aire. En una de esas intentonas, cadena fuera y se acabó la intentona. Storer aprovechó el suspiro para irse en solitario mientras el grupo le veía de lejos pero Sivakov lo volvió a coger. El maillot rojo iba a cambiar de dueño hoy.

El Balcón de Alicante ya asomaba al horizonte. 10 kilómetros para meta y una zona y un clima que posiblemente conozcan todos los ciclistas. Es zona de entrenamiento y pretemporada de la mayoría de los equipos ciclistas profesionales. El duo de cabeza intentaba no perder sus 30 segundos en la bajada, para llegar a los pies de ese balcón con opciones de victoria. A esos dos se le sumaron Verona y Kron. Por delante, otra subida inédita de esta Vuelta 2021.

Viento lateral, pero favorable. Eso ayudó en el llano previo pero no en la última subida, plagada de pinares y donde ese factor climatológico no iba a jugar ningún papel. Sólo esa subida, de algo más de 8 kilómetros con una media del 6,2% pero con rampas de hasta el 14% y picos del 20%. Los cuatro de arriba sabían que se iban a disputar la victoria, porque el grupo perseguidor ya perdía un minuto y se dejaba ir. Verona estaba fuerte. Atacaba y disgregaba la grupeta y, aunque era cazado, transmitía buenas sensaciones. Pero el mejor ataque lo hizo Storer. Lástima que la subida no tuviera público por el riesgo de incendios, porque ese punto lo podría haber aportado la afición.

Por detrás, Yates cambió el ritmo y rompió el grupo. Pero los favoritos aguantaron muy bien. Mientras Storer ganaba, el interés estaba por detrás. Yates no paraba de tirar y tirar. A su rueda, Roglic, Mas, De la Cruz y Bernal. El esloveno salvó el maillot rojo por segundos.

ETAPA 7

1. Storer, M. (Team DSM) | 4:10:13
2. Vernoa, C. (Movistar) | +21
3. Sivakov, P. (Ineos) | +59

GENERAL

1. Roglic, P. (Jumbo Visma) | 25:18:35
2. Grossschartner, F. (Bora Hansgrohe) | +8
3. Mas, E. (Movistar) | +25