Wiggings está en la ruina, ha perdido sus casas y su fortuna, pero vuelve a ser feliz sobre una bici
El exganador del Tour de Francia y uno de los mas laureados medallistas olímpicos del Reino Unido, Bradley Wiggins, ha sido declarado en quiebra tras un largo periplo judicial que arrancó en 2020 tras la disolución de su empresa personal a través de la que gestionaba todas sus inversiones. Ahora, todos sus bienes han sido embargados y saldrán a subasta para satisfacer las deudas pendientes con sus acreedores.
Bradley Wiggins podría perder sus medallas olímpicas
Complicada situación la que atraviesa el ex ciclista profesional y uno de los mejores pistards de la historia. Tranquilos, no hablamos de que le vayan a retirar sus victorias, pero Bradley Wiggins podría perder sus medallas, nos referimos físicamente a las preseas, tras declarar el juez el embargo de todos sus bienes que serán subastados a fin de satisfacer las demandas de los acreedores. Unos bienes entre los que se incluyen sus codiciadas preseas olímpicas del que es el tercer ciclista más laureado de los Juegos Olímpicos por detrás de sus compatriotas Chris Hoy y Janon Kenny.
Los problemas de Wiggins arrancaron en el año 2020, cuando se vio obligado a liquidar la empresa que gestionaba sus finanzas y que poseía junto a su exesposa, de la que se divorciaba ese mismo año. Sus acreedores continuaron la batalla judicial para reclamar todo lo que se les adeduaba y, dos años más tarde, alcanzaba un acuerdo con ellos de una deuda que rozaba el millón de libras.
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Sin embargo, a finales de 2023, Wiggins aún no había satisfecho los pagos, lo que reavivó la demanda judicial que ha concluido hace apenas unas semanas con la declaración de quiebra dictada por el Tribunal del Condado de Lancaster a la espera del embargo de todos sus bienes, entre los que se encuentran las preciadas medallas olímpicas que, según algunos expertos tasadores, sólo las cinco de oro podrían alcanzar un precio de unas 250.000 libras en su conjunto.
Wiggins achaca toda esta situación a haber confiado sus finanzas y haberse dejado asesorar por las personas inadecuadas a quienes acusa de haberle estafado en la gestión de sus activos. De hecho, Wiggins ya ha señalado que emprendería una lucha judicial contra estas personas. Sin embargo, la vida del británico ya viene dando tumbos desde que abandonara el ciclismo en el año 2016, llegando incluso a renegar de este deporte y pasando por aventuras como cuando trató de ser olímpico en la modalidad de remo.
Sin embargo, en estos tiempos tan convulsos ha sido la bici la que le ha dado una especie de tabla de salvación a la que agarrarse, colaborando en las retransmisiones del canal Eurosport donde es habitual verle comentar la carrera desde dentro siguiendo la prueba en moto. De hecho, Wiggins admite que, pese a haber tratado de dejar el ciclismo en el pasado es algo que siempre está ahí y que se ha convertido en la “gran distracción” de todos los problemas que le han acompañado durante estos años, tanto personales como finacieros.
Wiggins admite que hubo un tiempo en que ni siquiera veía las carreras. Sin embargo, ahora ha encontrado un “feliz equilibrio”. “Ha pasado el tiempo suficiente. Ahora tengo ganas de volverme a subir a la bicicleta y reencontrar mi nivel”.
Además de la colaboración con Eurosport, Bradley Wiggins también colabora con una marca de nutrición deportiva en el desarrollo de nuevos productos y participando en distintos eventos en un momento en el que trata de redefinir su futuro. Un futuro en el que tiene claro que el ciclismo jugará un papel importante pese aún mantener una relación de amor/odio con este deporte.