Van Aert quiere unirse al club de ganadores de los 5 monumentos
Wout Van Aert sigue marcándose retos complicados. Pese a gozar, a sus 28 años, de uno de los mejores palmarés de la historia del ciclismo, el belga mantiene la motivación alta. El próximo objetivo en su punto de mira: convertirse en el cuarto ciclista que logre vencer en los 5 monumentos. De momento, sólo cuenta con la Milán-San Remo que logró en 2020, la que dicen, es la clásica más complicada de ganar.
Wout Van Aert ante el “más difícil todavía”
Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja, Il Lombardía, los 5 monumentos del ciclismo, las clásicas más legendarias y las más exigentes para un ciclista. Pruebas cada una con sus características y tan dispares entre sí que hace tremendamente complicado que haya un ciclista tan completo que sea capaz de ser competitivo en todas ellas.
De hecho, a lo largo de la historia de este deporte, sólo 3 ciclistas han conseguido vencer al menos una vez en todos ellos. Por supuesto Eddy Merckx encabeza esa lista. Le acompañan otros dos belgas: Roger de Vlaemick y Rick Van Looy. Wout Van Aert pretende ser el cuarto en lograr semejante hazaña según declaraba en una entrevista concedida a la Gazzetta dello Sport.
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Sin embargo, con la especialización que reina en el ciclismo de hoy en día, ganar los 5 monumentos se presenta como una tarea harto complicada por la disparidad de capacidades que se requieren para triunfar en cada uno de ellos.
Milan-San Remo es la clásica de la velocidad, pero no sólo hay que ser un hombre rápido para ganarla, sino que hay que ser capaz de demostrar esa velocidad tras 300 kilómetros rodando a ritmos espeluznantes. Aun así, por su perfil principalmente llano es una prueba abierta un abanico más amplio de ciclistas y decidida a menudo por detalles sutiles lo que la convierte en la prueba más difícil de vencer en palabras de los propios ciclistas.
De hecho, es el monumento que le ha faltado ganar al único hombre que en los últimos años ha contado con la opción de haber podido sumar los 5 monumentos, el también belga Philippe Gilbert, que tras esta temporada pone fin a su prolífica carrera. Por suerte para Wout Van Aert, él ya se anotó la Milan-San Remo en el año 2020.
Tras La Primavera, le llega el turno a pavés con la disputa de Tour de Flandes y París-Roubaix. Quizás sean las dos clásicas que más se acomodan a un perfil de ciclista, el Flandrien, los clasicómanos de toda la vida. Corredores fuertes, técnicos y con una capacidad innata de leer la carrera y elegir el momento justo en el que seleccionar la prueba o hacer un movimiento ganador.
Características que se acomodan perfectamente al perfil de Wout Van Aert, lo que convierte a las clásicas del pavés en los, a priori, monumentos más asequibles para el ciclista de Jumbo-Visma. Cerca estuvo de vencer el Tour de Flandes en el año 2020, cuando la prueba se decidió por centímetros en un cerrado sprint entre él y Mathieu Van der Poel. Mismo puesto que certificó el año pasado en París-Roubaix tras no poder dar caza a un imponente Dylan Van Baarle, teniéndose que conformar con vencer el sprint del grupo perseguidor.
Desde ahí pasamos a las Ardenas con la disputa de la Lieja-Bastoña-Lieja, la carrera de las interminables cotas que suman 4.400 m de desnivel. Sobre el papel, una prueba en la que los vueltómanos y clasicómanos ligeros del estilo de Julian Alaphilippe o de Alejandro Valverde, el gran dominador de esta prueba en la última epoca, se muestran más competitivos, lo mismo que ocurre con Il Lombardía que cierra la temporada y que también cuenta con un perfil tremendamente quebrado.
Sin embargo, son varias las bazas que Wout Van Aert tiene para saberse aspirante al triunfo en ellas. Ya se ha mostrado tremendamente competitivo en etapas de altísima montaña en el Tour de Francia. Es cierto que no es lo mismo ya que el ritmo tras 10, 12 o 20 etapas no es el mismo que esos ciclistas menudos son capaces de plantear en una prueba de un día. Sin embargo, Wout Van Aert ha demostrado en demasiadas ocasiones que cuenta con fortaleza suficiente para pedalear de tú a tú con los mejores cuando llegan las subidas. De hecho, consiguió ser 3º en Lieja-Bastoña-Lieja este mismo año
Por lo pronto, en 2023 la prioridad será tratar de sumar las clásicas de los adoquines para después apuntar al Mundial que se disputará en agosto. Queda en el aire en qué grandes vueltas participará para ayudar a sus compañeros.
Lo que si dejó absolutamente claro es que no está en sus planes el buscar la general de una gran vuelta como ya se planteaba en algunos círculos tras su tremendo Tour de Francia en el que llegó a liderar la carrera durante prácticamente toda la primera semana.