¿Se le van las vitaminas al zumo de naranja?
El zumo de naranja es un alimento muy presente en nuestra alimentación y sobre todo en los desayunos. Pero sobre él planea la eterna duda de si hay que tomarlo rápidamente y recién exprimido o por contra esto es una leyenda.
¿Se le van las vitaminas al zumo de naranja?
Pese a no ser la mejor manera de consumir la fruta, ya que siempre es mejor consumirla entera para preservar todos sus beneficios, y especialmente evitar el aumento brusco de la glucemia que provoca el consumo de la fruta en forma de zumo. Pese a esto, un vaso de zumo de naranja de 200 - 250ml nos aporta de media alrededor del 14% de los requerimientos diarios de potasio, el 7% de los requerimientos de cobre, el 25% de los de folato y cerca del 100% de la vitamina C que necesitamos. Esto lo hace una elección muy popular para nuestros desayunos o para otros momentos del día.
La vitamina C es crucial para nuestro organismo, y está implicada en procesos como la respuesta inmune, la función pulmonar, o la absorción del hierro. Además, la vitamina C es esencial para prevenir enfermedades como el escorbuto, y otras más complejas y comunes como la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares, o el cáncer.
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Pero ¿es cierto eso de que al zumo se le van las vitaminas en poco tiempo?. No es raro que en algún momento de la infancia tu madre o tu abuela te dijeran aquello de “Niño, tómate el zumo rápido, que se le van las vitaminas”, lo que ha provocado que esa afirmación se mantenga inamovible en la mente de mucha gente hasta la actualidad. Pero ¿qué es lo que nos dice la ciencia al respecto? Pues numerosos estudios han demostrado que esto no es así.
La vitamina C se conserva en perfecto estado durante varias horas tras su exprimido. Esto se debe a que la vitamina C es una vitamina termolábil, es decir es sensible a la temperatura, y solo desaparece rápidamente al exponerla a muy altas temperaturas como las que se pueden dar en un proceso de pasteurización. Otros factores, como el tiempo de almacenamiento, la penetración de la luz, y la presencia de oxígeno también contribuyen al deterioro de esta vitamina, pero en el caso del zumo de naranja, no se aprecia una disminución de sus niveles hasta más de 17 horas después.
No se le van las vitaminas pero sí cambia el sabor
Así que puedes consumir tu zumo de naranja tranquilamente, sin prisas, y sin temor a perder la tan apreciada vitamina C. Eso sí, a nivel organoléptico sí nos podemos encontrar con modificaciones en el sabor, tendiendo a un sabor más amargo a lo largo del tiempo, pero que no conlleva ninguna pérdida nutricional.
Si tomas zumo de naranja, mejor hazlo así
Para finalizar, recuerda priorizar siempre que sea posible el consumo de la fruta entera frente a los zumos, para así conservar el efecto de su fibra. Y si todavía sigues prefiriendo consumirlo de forma líquida, hazlo en forma de zumo exprimido que conserve cierta cantidad de pulpa, antes que en forma de licuado sin pulpa ninguna.
Artículo escrito por José Carlos Núñez López, Graduado en Nutrición Humana y Dietética por la UGR, Máster Oficial en Nutrición Deportiva por la UCAM y Deportista de Alto Rendimiento.